El periodista Eduardo Silveyra denunció que entraron a su casa y robaron la computadora portátil donde tenía material para un libro que está escribiendo sobre la desaparición del policía porteño Arshak Karhanyan, cuyo paradero se desconoce desde 2019 y tanto su familia, como distintos organismos de derechos humanos y dirigentes políticos denunciaron irregularidades en la causa judicial.
Silveyra llegó a su casa «el lunes a la noche, cerca de las 22. Cuando entré a mi casa no podía abrir la puerta, pensé que se había caído un mueble. Había un baúl atravesado con papeles revueltos, libros sacados de los estantes», relató este miércoles el periodista en diálogo con Télam.
«Fui a ver si estaba la laptop y no estaba, seguí viendo qué otras cosas se habían llevado. Solo faltaba la computadora y un bolso con camisas, porque estaba por viajar a Formosa por una cuestión de trabajo», detalló y consideró que «se llevaron las camisas para meter la computadora adentro y protegerla cuando se descolgaron del balcón».
En esa computadora había información para un libro que Silveyra está escribiendo «sobre la desaparición del policía Arshak Karhanyan y ahí tenía datos, entrevistas a gente que está bastante comprometida con la causa, que sabe mucho, que fueron llamados a declarar por el juez (Alberto) Baños, que ahora renunció a continuar en la causa».
La Secretaría de Derechos Humanos solicitó hace un mes el apartamiento del juez Alberto Baños de la causa que se sigue por la desaparición del policía Karhanyan, cuyo paradero se desconoce desde febrero de 2019, al afirmar que en la instrucción del caso «no se verifican intenciones de conducir la investigación hacia la búsqueda de la verdad y eso no puede ser aceptado”.
Luego de encontrarse con este panorama en su casa, Silveyra llamó a la policía y se trasladó a la Comisaría 7 C de Flores para hacer la denuncia.
«Fui a la comisaría, me preguntaron si era inquilino o propietario y me dijeron que tenía que ir con el título de propiedad, cosa que me resultó llamativa», señaló el periodista, que recibió el asesoramiento de la abogada y referente de Correpi, María del Carmen Verdú, quien le indicó que el título no era necesario.
También destacó que «el robo fue entre las 20 y las 22, se tomaron todo su tiempo, hicieron un trabajo prolijo para entrar, no dejaron huellas. Tanto lio para afanarse una computadora. Había cosas de valor, como antigüedades, que no se llevaron».
Sospechas
Otra cosa que llamó la atención de Silveyra fue la presencia de cuatro personas que estuvieron viviendo en la vereda de enfrente a su casa por diez días, antes del robo, pero «ese día cuando llegué a la noche no estaban, ni la carpa que habían hecho ni los colchones».
«Durante ese lapso que estuvieron ahí me llamaba la atención que llegaban tipo 20 horas y se iban al otro día tipo 8 de la mañana. Eran dos parejas, dos chicos y dos chicas. Una noche estaban las mujeres y la otra, los varones; nunca los cuatro juntos», detalló.
Además, señaló que «estaban bien vestidos y limpios, con buenas zapatillas, pantalones chupines, pelo cortado, uñas pintadas, tenían entre 25 y 30 años. Por lo general la gente en situación de calle está vestida como puede».
Y aseguró que desde el robo, no volvió a verlos: «Cuando llegué ese lunes no estaban, ni la carpa. Miro para arriba y estaba la ventana abierta».
Silveyra indicó también que tuvo «incidentes raros con la Policía de la Ciudad una vez que salió publicado el libro La Gorra» y detalló que en una ocasión fue demorado por cuatro efectivos en el barrio de San Telmo, junto con un amigo que «le pegaron hasta que quedó en el piso, y a mí me pegaron una patada».
Sostuvo además «la gran sospecha de tener el celular pinchado, que se mezclaran voces en las conversaciones».
«La Gorra» es un libro de Eduardo Silveyra sobre el «prontuario de corrupción» de la Policía porteña, que describe el modo en que fue creada la fuerza, expone casos de violencia institucional y analiza los antecedentes y las prácticas ilegales que llevaron adelante algunos de sus jefes emblemáticos.
Actualmente, el periodista se encontraba investigando sobre la desaparición del policía Arshak Karhanyan, de origen armenio, que está desaparecido desde el 24 de febrero de 2019, y tanto su familia, como distintos organismos de derechos humanos y dirigentes políticos, denunciaron varias irregularidades en la causa judicial que investiga su paradero.
Los representantes legales de la familia del efectivo y los organismos cuestionan que la propia Policía de la Ciudad sea la encargada de investigar y realizar peritajes en esta causa.