«Es lo único que creció más que la inflación en la Argentina». Con esa frase, un usuario de Twitter sintetizó los dos meses y piquito que Virginia Demo lleva dentro de la casa de Gran Hermano. Su ascenso a la condición de «candidata a llegar lejos» se venía gestando y terminó de materializarse el domingo, cuando fue la primera salvada de la multitudinaria placa de 10 nominados.
Por estas horas, Virginia es definitivamente una de las grandes protagonistas del juego. Desde que entró el 18 de enero en reemplazo de Carla De Stéfano, quien decidió salir ya que no daba más de extrañar a sus hijos, pasó primero un período de aclimatación, luego otro de bajo perfil (o de «caracol», como se les dice en esta temporada a los que generan poco y nada) y de repente empezó a mostrarse tal cual es. Zas… nació una candidata.
Fue, para muchos, el comienzo de una era. De una fase que ya le valió un apodo que la identifica y multiplicó su popularidad: en las redes ya no es «Virginia», ni «Vir» ni mucho menos «Virginia Demo». En el mundo digital, tan decisivo en instancias clave de este tipo de competencias, todos saben que se trata de ella cuando se lee «La Virqueen».
La reina Virginia bien ganada tiene su cariño. Cuidado: no ha hecho nada del otro mundo. No ha librado grandes batallas ni es aliada de muchos. Prácticamente no tiene bando ni fandom. O al menos hasta ahora hizo todo aquello.
Su juego sigiloso e inteligente le permitió granjearse la confianza de muchos de los participantes, caerle bien a la mayoría pero sobre todo generar una corriente de afecto en buena parte del público. ¿Y si de repente decidieran votarla a ella en las finales? Esa pregunta se instaló con fuerza entre los expertos de GH en las últimas horas al advertir una suerte de explosión en torno a su figura.
VIRGINIA, LA PARTICIPANTE QUE MAS CRECIO EN GRAN HERMANO: LA VIRQUEEN QUE PUEDE LLEGAR LEJOS
Entre los 10 nominados había algunos nombres pesaditos. Y la sorpresa para muchos fue demoledora. No para quienes habían advertido que Virginia no paraba de crecer. Dudaban en qué puesto, pero no en que sería una de las tres primeras salvadas. Fue la primera, con un porcentaje ínfimo de votos. Está claro: nadie la quería ver afuera. Todos la querían adentro de la Casa un buen tiempo más.
Está claro: hoy por hoy, Furia, el Chino Martín Ku, Manzana, Emma y Catalina parecen estar, aun, un escaloncito por encima de Virginia. ¿Pero saben qué? Hace un mes estaban varios pisos por arriba de ella. La brecha se está achicando y mientras siga pasando el tiempo y ella no cometa errores ni se bandee, podrá ponerse a su nivel. Y como decían los burreros hace más de un siglo, «competidor que alcanza… ¡ganar quiere!».