viernes, 26 julio, 2024
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La obra póstuma del tucumano César Pelli en Japón, una maravilla de la arquitectura moderna

El majestuoso complejo inmobiliario Azabudai Hills, situado en Tokio, alberga el rascacielos más alto de Japón, con una imponente altura de 330 metros. Su inauguración oficial tuvo lugar un viernes reciente, marcando un hito en la arquitectura contemporánea. Mori Building, el promotor detrás de esta colosal estructura, anticipa que atraerá a aproximadamente 30 millones de visitantes anuales.

El diseño vanguardista de este nuevo rascacielos lleva la firma del renombrado estudio arquitectónico estadounidense Pelli Clarke and Partners. Fundado en 1977 por el distinguido arquitecto tucumano César Pelli, quien también fue responsable de obras icónicas como las torres Petronas, la influencia de su genialidad se perpetúa en este proyecto post mortem. Pelli falleció en 2019, pero su legado arquitectónico perdura.

Este impresionante «pueblo dentro de la ciudad» ofrece no solo oficinas para 20,000 empleados, sino también viviendas para 3,500 residentes, según información proporcionada por Mori Building en un comunicado oficial. El complejo, conformado por tres imponentes rascacielos que se entrelazan con espacios verdes, contempla además la presencia de 150 establecimientos entre restaurantes y tiendas. Destacando aún más la amalgama de modernidad y arte, el colectivo japonés teamLab dará vida a un novedoso museo de arte digital inmersivo que abrirá sus puertas en febrero, según lo informado por la agencia de noticias AFP.

El rascacielos en Tokio se eleva majestuosamente a 330 metros, distribuidos en 64 plantas, llevando consigo el legado de César Pelli. Su fallecimiento en 2019 no detuvo la culminación de esta imponente estructura, ya que su estudio, Pelli Clarke & Partners, continuó la labor que él co-fundó en 1977 mientras era Decano de la Escuela de Arquitectura de Yale.

Azabudai Hills, si bien actualmente supera en altura a un rascacielos en Osaka, pronto cederá su posición como el edificio más alto del archipiélago japonés. Se estima que la construcción de la Torch Tower, con sus 390 metros, concluya en 2027-2028, también en la capital nipona.

La presencia de rascacielos emblemáticos no es novedad en Tokio, que ya alberga una de las estructuras más altas del mundo: el Tokyo SkyTree, una torre no habitada que se eleva a 634 metros y fue inaugurada en 2012.

A pesar de estos logros arquitectónicos, Japón se encuentra rezagado en comparación con otras regiones de Asia u Oriente Medio en términos de rascacielos. Esta disparidad se atribuye, en parte, al elevado riesgo sísmico en el archipiélago, que impone normas extremadamente estrictas para las construcciones de este tipo, como la necesidad de bases amplias que aseguren la estabilidad estructural.

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