Diez jóvenes fueron condenados este miércoles a penas de entre 8 y 16 años de prisión efectiva después de ser declarados culpables del delito de “abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado” en un hecho ocurrido en la localidad de Pilar, en la provincia de Santa Fe, ubicada a 80 kilómetros de la capital provincial.
El veredicto fue anunciado al mediodía de ayer en los tribunales de la ciudad de Rafaela por el tribunal compuesto por los jueces Cristina Fortunato, José Luis Estévez y Juan Gabriel Peralta y las circunstancias agravantes que influyeron en la sentencia fueron la participación de dos o más personas y la presencia de un menor de edad en el grupo.
Jair Damián Goró recibió la pena más alta, con 16 años de reclusión, debido a que además del abuso contra la adolescente de Pilar, también fue hallado culpable de abuso sexual simple en perjuicio de otra víctima.
Por otro lado, Michael Nicolás Bracamonte, Adrián Marcelo Arietti, Maximiliano Javier Zoller, Patricio Suárez, Lucas Lencina, Ayrton Sergio Suviani, Gaspar Amilcar Gilli y Santiago Miguel Adrian fueron condenados a 14 años de prisión, mientras que Joaquín Ezequiel Vera recibió una pena de 8 años de prisión.
Durante el juicio, la fiscal Shirli Tomasso, en representación del Ministerio Público de la Acusación (MPA), había solicitado 20 años de prisión para Goró y 18 años para los demás acusados.
Además de los diez jóvenes condenados, participaron otros dos implicados en el incidente. Uno de ellos, que tenía 15 años en el momento de los hechos, no fue juzgado. El otro, que es mayor de edad y reside en España, enfrenta una solicitud de extradición por parte de la Justicia santafesina.
Según informó Télam, durante los alegatos, los abogados de la defensa, incluyendo a Juan Manuel Lovaiza, Marcos Barceló, Jorge Cuesta, Claudio Torres del Sel, Alejandro Otte, Federico Scarinci, Ezequiel Gramoy y Natalia Giordano, pidieron la absolución de los acusados.
La fiscal Tomasso destacó que “quedó demostrado que todos los acusados se divirtieron a expensas de la menor” y afirmó que no tenía “ninguna duda de que la utilizaron como un objeto”.
Tomasso argumentó que “una adolescente de 16 años, en estado de embriaguez y bajo la influencia de drogas, encerrada en una habitación con 12 varones, once de los cuales eran mayores de edad de entre 19 y 22 años, y un menor de 15 años, se encontraba en una situación de desventaja y vulnerabilidad”.
La fiscal sostuvo que “todos los acusados participaron en el abuso sexual de la menor como un grupo, aprovechándose de manera despiadada de su indefensión, ya que no tenía control sobre sus actos y pidió repetidamente que se detuvieran”.
Tomasso también mencionó que tanto la víctima como su familia se vieron obligados a abandonar la localidad de Pilar debido al hostigamiento que sufrieron por parte de la comunidad, que llegó a culpar a la víctima por los actos de los acusados.
La fiscal reveló que “los acusados habían planificado previamente lo que le harían a la menor” y que eran plenamente conscientes de sus acciones. El abuso se prolongó durante varias horas.
Además, Tomasso destacó que los acusados “no han mostrado ningún remordimiento a lo largo de estos años” y mencionó el grave daño psicológico que sufrió la víctima, incluyendo pensamientos suicidas, ataques de pánico y cambios de personalidad, entre otros.
La fiscal consideró que “la teoría de la defensa carece de sustento en términos de hechos, leyes y pruebas” y calificó como absurda la idea de que la víctima de 16 años había mantenido relaciones sexuales consensuadas con los 12 imputados y que denunció los abusos solo después de enterarse de la existencia de fotos y videos de esa noche.
Con información de Télam