Podríamos hablar otra vez del vértigo a la punta, del miedo de quedar punteros, de otra chance desperdiciada. Podríamos decir lo mismo de siempre, lo venimos diciendo desde que llegó De Muner, pero esta vez no, no nos vamos a centra en eso, sino en la oportunidad, en las oportunidades, no tanto en las perdidas, sino en las que siguen pareciendo, las de este torneo que hoy, en la foto de la tabla tiene a este San Martín puntero, líder compartido, pero líder al fina.
A tres fechas de terminal, la Zona A grafica que el Santo es el que está primero, por más inverosímil que parezca y quizás hoy se haya roto un maleficio, porque al fin, después de más de tres años, de aquel domingo en el que empezaba la pandemia y el robo del siglo, San Martín vuelve a estar puntero.
Obvio que si vamos a hablar también del rendimiento flojo, flojísimo de jugadores apáticos que nunca terminan de entender ni lo que se está jugando ni, lo que es peor, dónde están jugando. También vamos mencionar, por supuesto, las pésimas decisiones de Frontini, los cambios inentendibles en momentos inconcebibles, claro que lo vamos a marcar, porque todavía nos preguntamos por qué sacó a acosta cuando necesitaba un gol, por qué no salió antes Andrada que pedía cambio a gritos, por qué siguen entrando Colazo y Martínez y para qué modifica de lugar a Abregú que era el mejor del mediocampo.
Hay tiempo para todo y de todo vamos a hablar, pero tal vez, quizás, en una de esas, el golcito de penal de Dening que recupera un punto, cuando la derrota parecía inminente e inevitable, termine siendo el final de esa racha en la que San Martín no podía tomar la punta, por ahí hoy algún maleficio se haya quebrado. Ojalá que este punto recién conseguido sea el punto de partida (valga la redundancia) de un nuevo equipo puntero que a partir de ahora juegue como tal.
Claro, ustedes me dirán que todavía no jugó Brown y que con solo empatar ya lo deja segundo de nuevo. Ya lo sabemos, pero este punto asegura quedar a menos de partido de ellos salgan como salgan, y digo menso de un partido porque la diferencia de gol favorece por mucho a San Martín y eso es como tener medio puntito más, además ellos tiene que venir a Ciudadela en dos fechas.
Si quieren hablar de fútbol, hablemos: Sand que erró mucho en la salida pero tapo lo que era una lapidario 2 a 0 en una atajada a lo Dibu Martínez que tal vez termine valiendo un título, quién sabe. La defensa floja, con un Banegas sacrificado pero poco gravitante, con una dupla de centrales integrada por un Zafarana cumplidor y un Meritello que cada días tiene menos ganas de jugar y un latera por derecha juvenil, improvisado que hace lo que puede y no lo hace mal.
De medio, solo Abregú con su prestancia y Bucca con su s ganas y capacidad se destacan. Andrada flojísimo y Prokop demasiado cansino. De los de arriba, Dening egoísta pero cumplidor con el gol, y Acosta que salió remplazado demasiado temprano justo cuando más se lo necesitaba y venía de racha, increíble teniendo en cuenta que lo bancó cuando estuvo con la pólvora mojada mucho más que hoy.
A pesar de todo esto, y lo remarcamos, San Martín está puntero y como dice un hincha, no hay que olvidarse que “es San Martín y hay que sufrir”, y si acá no hay nada nuevo habrá que hacerse los controles cardíacos, tomarse las pastillas , apretar los dientes y ponerse el casco para guerra, que se viene el final, solo tres fechas, San Martín está puntero y San Martín es San Martín.