Un comerciante de Texas evitó una redada del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), gracias a que conocía sus derechos frente a los agentes. De esa manera, este barbero logró impedir detenciones dentro del local, dado que las autoridades no contaban con los permisos necesarios para la intervención. Una cámara de seguridad registró el momento en que los oficiales se retiraron sin cumplir su objetivo.
Óscar Vargas, propietario de una barbería en El Paso, recibió la visita de varios agentes de inmigración que entraron por distintas puertas con la intención de inspeccionar el lugar. Sin embargo, el dueño se opuso al operativo al exigir la presentación de una orden firmada por un juez, según detalló el medio El Mañana.
Dentro del establecimiento, empleados y clientes se negaron a proporcionar datos personales. Por su parte, el propietario insistió en hacer valer sus derechos y pidió a los oficiales que abandonaran el lugar. Ninguna de las personas presentes fue detenida, lo que confirmó que no existía fundamento legal para la intervención.
“Les permití revisar mis licencias, porque corresponde a su trabajo, pero les dije que no pueden realizar una redada sin la documentación adecuada. Entraron muy prepotentes”, explicó Vargas en una entrevista con Telemundo. Su respuesta generó incomodidad entre los agentes, quienes intentaron permanecer en el negocio a pesar de la exigencia del hombre.
“Estuvieron preguntándole más cosas a los que parecían ‘más latinos’, que más parecían mexicanos. Yo luché mucho para tener este negocio como para que este tipo de cosas esté pasando. No quiero que lo hace el ICE afecte en mi economía”, detalló.
Además, Oscar afirmó haber sido amenazado por los agentes. Según su relato, los oficiales le habrían dicho que lo iban a investigar para confirmar que no haya empleados indocumentados. Las cámaras de seguridad captaron el despliegue del ICE en los alrededores de la barbería.
La Union Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) publicó en su página web un manual para que los migrantes sepan cómo reaccionar si los oficiales del ICE aparecen en sus lugares de trabajo.
“Sin importar su estatus migratorio, usted tiene garantizados los derechos en virtud de la Constitución. Tiene derecho a guardar silencio y no tiene que responder preguntas sobre dónde nació o su estatus migratorio. Tiene derecho a protección contra registros o detención sin una causa justificada”, detallan.
Por su parte, las autoridades de Nueva York difundieron en un documento que el ICE puede ingresar a las áreas públicas de un lugar de trabajo sin necesidad de orden judicial. Esto incluye lugares como vestíbulos y salas de espera. Sin embargo, existe áreas privadas protegidas a las que no pueden acceder como la sala de descanso o el área de almacenamiento, sin el consentimiento del empleador o una orden judicial.
A su vez, las autoridades aseguran que es importante saber que los migrantes tienen derecho a la privacidad. Si los agentes intentan registrar las pertenencias personales, los trabajadores pueden negarse a permitirlo y solicitar que el empleador intervenga.