El nuevo dato de inflación que acaba de publicar el INDEC, correspondiente a diciembre pasado, fue de 2,7% mensual, en líneas a las expectativas del mercado, aunque sigue siendo una cifra alta. A pesar de ello, generó nuevas medidas económicas por parte del Gobierno en la búsqueda de normalizar la economía, como la baja de la tasa de interés de política monetaria y reducir la devaluación (crawling peg) del precio del dólar oficial, que será de 1% mensual desde febrero.
Al menos es lo que consideran desde el propio oficialismo, donde el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, dijo en redes sociales tras difundirse el dato de inflación, que el 2,7% mensual está: «Confirmando la continuidad del proceso de desinflación».
En este sentido, los economistas consultados por iProfesional no están considerando que el escenario inflacionario sea tan contundente y claro como para generar ahora una baja en las tasas y del ritmo de depreciación de la moneda. Más allá de eso, consideran que el Gobierno se aferra a algunos datos positivos para hacerlo igual.
Lo cierto es que este mismo martes, tras el dato de inflación, el Banco Central anunció que la devaluación lenta (crawling peg) se llevará desde el 2% mensual actual hasta el 1%, a partir de febrero, por la «consolidación observada en la trayectoria inflacionaria durante los últimos meses, y en las expectativas de baja de la inflación», justifica.
«En un contexto de recuperación de la actividad económica y aumento estacional de precios, tanto la inflación de los últimos meses como las observaciones de alta frecuencia confirman una inflación observada a la baja y por debajo de las expectativas relevadas en el mercado. El ajuste para el tipo de cambio continúa cumpliendo el rol de un ancla complementaria en las expectativas de inflación», comunica el BCRA.
Por eso, se transparenta desde el Gobierno que el precio del dólar bajo seguirá siendo un «ancla» para la inflación y el resto de las variables de la economía.
En la misma línea, también se estima que en los próximos días el Banco Central bajará el interés de referencia, según estimaciones de mercado, desde el actual 32% hasta el 28% de tasa nominal anual (TNA). Es decir, unos 400 puntos básicos.
Cabe recordar que el BCRA ya había bajado dos veces la tasa de referencia, en noviembre y a principios de diciembre. Primero la redujo de 40% a 35%, y en la segunda oportunidad la disminuyó nuevamente de 35% a 32% anual.
El objetivo de estas medidas es favorecer la baja de la inflación, al reducir las referencias de la economía cada vez más.
Baja de tasas: los riesgos que advierte el mercado
Si bien el dato de inflación mensual de diciembre de 2,7% que acaba de publicar el INDEC va en línea a lo esperado por los economistas privados días atrás, algunos analistas sostienen que es algo elevada esta cifra como para bajar la tasa de interés y la tasa de devaluación oficial a los niveles anunciados.
Aldo Abram, economista de la Fundación Libertad y Progreso, afirma que «es una jugada audaz pero el Banco Central tiene la capacidad de fijar el valor del peso, algo que no se ve en el dólar oficial pero sí en los dólares paralelos. Esto, ahora, cuando se revierte la demanda estacional de dinero, va a requerir que saquen los pesos del mercado en los próximos dos meses. Ahí puede funcionar la estrategia del Gobierno de que no suba el dólar paralelo».
De hecho, este último dato de índice de precios al consumidor (IPC) del mes pasado es superior al 2,4% que arrojó noviembre. Por ende, no estaba tan claro el escenario para que se anuncien estas medidas.
«El Gobierno había anticipado que si la inflación daba en torno a 2,5% mensual bajaba, al menos, el crawling peg. Pero ante este dato publicado, no parecería lo más prudente ante la apreciación del tipo de cambio y con una inflación mayor que en noviembre, pero igual el oficialismo avanzó en ese sentido», resume a iProfesional Pablo Repetto, jefe de Research en Aurum.
En esto coincide Fernando Baer, economista de la consultora Quantum: «En principio, está por encima de lo esperado la inflación como para una baja de ambas tasas, aunque sigue siendo una desaceleración, considerando la estacionalidad de diciembre. Por eso, me inclinaba a pensar que sí, que el BCRA iba a avanzar en esa línea de baja de tasa y de devaluación de la moneda, pero lo hubiese tenido algo más claro si la inflación de diciembre hubiese estado en 2,5% o, inclusive, algo por abajo».
Según Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, «está muy finita la decisión, diría que en el fleje, porque creo que tenía tanto excusas para concretar estas bajas de las variables como también para dilatar y no forzar a que baje la devaluación mensual de 2% a 1%. Es que si todavía puede haber dudas de la baja de la inflación, porque hay apreciación cambiaria y en el mundo todas las monedas están devaluando y se está apreciando mundialmente el dólar, entonces quizás no es el mejor momento para equivocarse en ese sentido y seguir profundizando el atraso cambiario», dice a iProfesional.
Para Esteban Castro, economista y Ceo de Inv.est, ya estaban previstos estos anuncios de las bajas de las variables: «Me parece que el Gobierno ya sabía que la inflación de este mes iba a ser más alta de lo que venía ocurriendo, pero los datos macros siguen siendo buenos y las expectativas de inflación para el 2025 siguen siendo en torno a más del 2%, con lo cual no descartaba que continúen con el sendero de baja de tasa de interés y devaluación».
Florencia Fiorentín, economista jefe de Epyca, pensaba que no se iban a hacer estos cambios, «porque sigue siendo mucha diferencia 7 puntos de inflación y de devaluación, en especial, con el nivel de apreciación que hay ahora del tipo de cambio».
Por eso, considera que la baja de la tasa sería una estrategia conjunta, para que el carry trade no sea «tan alto» ante la baja de la tasa de devaluación. Es decir, para que la renta en pesos no sea mucho más alta que el porcentaje que variará el dólar oficial.
Desde la perspectiva de Jorge Colina, economista de IDESA, bajar la tasa de interés sería «mostrar al mercado una señal clara que el futuro, para el Gobierno, es una baja de la inflación».
Baja de tasas: qué pasa con el plazo fijo
Ahora bien, si la tasa de referencia de política monetaria baja a 28% de tasa nominal anual (TNA) como se estima desde el mercado, es posible que los plazos fijos tradicionales trasladen este descenso en la renta que le ofrecen a los ahorristas en alrededor de 26%.
Por lo tanto, una colocación bancaria a 30 días, que es el tiempo mínimo requerido para el encaje de los fondos, ofrecerá una ganancia de 2,14% al mes.
El problema es que este porcentaje se transforma en una renta negativa frente a la inflación prevista.
De hecho, según el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que acaba de publicar el Banco Central, en base a una encuesta efectuada entre unos 40 economistas, se prevé que en el corriente mes de enero habría un incremento del índice de precios al consumidor (IPC) de 2,5% y para febrero que viene de 2,3%.
Claro, estas proyecciones pueden modificarse con tendencia a la baja tras anunciarse el descenso desde febrero del ritmo de devaluación oficial.
Por lo pronto, un dato positivo es que el movimiento del dólar libre «pierde» frente a la tasa en pesos, debido a que el MEP (o Bolsa) se encuentra «planchado» en todo el mes, en torno a los $1.168. Y el blue, asciende alrededor de 1,6% en el mes.