Los líderes europeos han abogado este martes por cuidar el diálogo con el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pese a las diferencias estratégicas con el fin de «fortalecer» los vínculos transatlánticos; una relación que advierten debe ser abordada sin caer en ingenuidades y con una Unión Europea reforzada por una agenda propia en claves como la seguridad, la defensa y la competitividad.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se ha mostrado convencido de que Estados Unidos y la UE tienen «mucho en común» pese a las diferencias y ha apostado por «profundizar» la relación con un bloque de 27 ejerciendo su papel como socio «respetuoso y respetable», capaz de comprometerse de manera «racional» con Washington.
«¿Queremos leer la historia escrita por otros? Las guerras lanzadas por Vladimir Putin, las elecciones americanas, las decisiones de los chinos en términos tecnológicos o comerciales, ¿O bien queremos ser quienes escriben la historia?», ha preguntado el presidente de Francia, Emmanuel Macron, a los casi medio centenar de líderes del continente reunidos en la Cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE) que se celebra en el Puskas Arena de Budapest.
En su discurso de apertura, el mandatario galo ha avisado a sus colegas de que su papel no es discutir si la victoria de Donald Trump en las elecciones en Estados Unidos es una «buena o mala» elección, porque es una decisión «legítima» que corresponde a los americanos; sino que deben decidir si están «preparados para defender los intereses de los europeos».
«Debe ser nuestra prioridad, pero no debe serlo desde un ‘transatlantismo’ ingenuo ni desde el cuestionamiento de nuestras alianzas o de un nacionalismo corto de miras que no nos permitiría ganar el reto frente a China o Estados Unidos», ha remachado.
El presidente húngaro, Viktor Orbán, que este martes ejerce de anfitrión en Budapest y que hasta ahora ha sido el más cercano a Trump en la UE, ha evitado, sin embargo, referirse a las elecciones en Estados Unidos durante su discurso de apertura ante el resto de líderes.
El primer ministro de Grecia, el conservador Kyriakos Mitsotakis, ha felicitado a Trump por su «enfática elección» y expresado su esperanza de que las relaciones transatlánticas continúen «con fuerza» pero conscientes de que no se puede abordar el diálogo con una UE debilitada.
«Debemos despertar de la ingenuidad geopolítica y asumir que necesitamos comprometer recursos adicionales para afrontar asuntos esenciales como la competitividad, la defensa europea y espero que lo logremos con la seriedad y urgencia que estos tiempos exigen», ha concluido.
El primer ministro finlandés, Petteri Orpo, ha abogado por enviar un «mensaje claro» a la nueva Administración Trump que se forme a finales de enero respecto a necesidad de mantener un apoyo inequívoco a Ucrania «tanto tiempo como sea necesario» y que este apoyo quede establecido de manera «clara y fuerte». También ha añadido que es momento de que Europa «haga más por su propia defensa y refuerce su propia seguridad».
La jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, a su vez, ha reiterado las felicitaciones que ya expresó el mismo lunes tras los primeros resultados en Estados Unidos, y ha confiado en poder trabajar con el nuevo presidente para «reforzar los lazos transatlánticos».
También el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, ha apostado por una relación fuerte con Estados Unidos y recordado que no será el primer mandato de Trump por lo que la UE ya tiene experiencia. Asimismo ha defendido que bajo la primera Administración Trump los aliados, incluido Estados Unidos, tomaron decisiones «que hicieron a la OTAN más fuerte» y ha confiado en que Washington y Kiev puedan compartir un «lenguaje constructivo» para asegurar el apoyo a Ucrania freten a Rusia.