Por Carole Tanzer Miller – HealthDay — Las personas cuyos genes las ponen en riesgo alto de demencia podrían ser capaces de luchar contra la madre naturaleza y ganar, sugiere una nueva investigación realizada en Suecia.
El arma: hacer ejercicio de forma regular para mejorar la aptitud cardiorrespiratoria, también conocida como CRF, que es la capacidad de los sistemas circulatorio y respiratorio del cuerpo para suministrar oxígeno a los músculos, una capacidad que disminuye a medida que las personas envejecen y pierden músculo, comenzando a los 20 años y acelerándose con el tiempo.
Para cuando las personas llegan a los 70 años, el CRF cae más del 20% por década. Un CRF bajo es un fuerte predictor de muerte prematura por todas las causas y eventos relacionados con el corazón, como accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos.
«Nuestro estudio muestra que un CRF más alto se asocia con una mejor función cognitiva y un menor riesgo de demencia», concluyeron los investigadores suecos. «Además, un CRF alto puede amortiguar el impacto del riesgo genético de toda la demencia en un 35%».
En el estudio, un equipo dirigido por Weili Xu, del Centro de Investigación sobre el Envejecimiento del Instituto Karolinska, en Estocolmo, observó datos de más de 61.200 personas de 39 a 70 años de edad. Se inscribieron en el estudio del Biobanco del Reino Unido entre 2009 y 2010 y se les hizo un seguimiento de hasta 12 años.
Al inicio del estudio, todos estaban libres de demencia. Cada uno dio un paseo de seis minutos en una bicicleta estática para determinar su CRF. También se sometieron a pruebas cognitivas y su riesgo genético de demencia se midió utilizando una puntuación estándar para la enfermedad de Alzheimer. En total, 553 participantes (un 0.9 por ciento) fueron diagnosticados con demencia durante el seguimiento de 12 años.
En comparación con las personas con CRF bajo, el inicio de la demencia se retrasó casi 1,5 años para las personas con un CRF alto. Un CRF alto también redujo el riesgo de demencia en un 35% entre las personas con una puntuación de riesgo de moderada a alta.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 19 de noviembre de la revista British Journal of Sports Medicine. Los investigadores enfatizaron que su estudio no prueba causalidad, solo que hay un vínculo entre ambos.
Significativamente, dijeron que el número de casos de demencia puede estar subestimado porque los participantes en el Biobanco del Reino Unido suelen estar más sanos que la población general. Además, las personas con ciertas condiciones de salud no tomaron la prueba de esfuerzo.
A pesar de estas y otras limitaciones, los autores señalaron en un comunicado de prensa de la revista que «mejorar el CRF podría ser una estrategia para la prevención de la demencia, incluso entre las personas con una alta predisposición genética a la enfermedad de Alzheimer».
Dijeron que se necesitan más estudios sobre la relación entre la CRF y la salud cerebral, y cómo podría afectar el vínculo entre el riesgo genético y la demencia.
Más información: Hay más información sobre cómo reducir el riesgo de demencia en Alzheimers.gov. FUENTE: BMJ Group, comunicado de prensa, 19 de noviembre de 2024
* Carole Tanzer Miller HealthDay Reporters ©The New York Times 2024