Mike Tyson sigue siendo un hombre que vive al límite. El excampeón mundial de los pesos pesados volverá al ring el 15 de noviembre en un combate oficial contra el youtuber Jake Paul, en Arlington, Texas.
El evento, que contará con transmisión en vivo a través de Netflix, será una gran atracción mediática, donde Tyson pondrá a prueba su impresionante récord de 50 victorias, 6 derrotas y 44 nocauts, el cual no ha cambiado desde su última pelea profesional en 2005, cuando fue derrotado por nocaut por Kevin McBride.
Este combate es parte de la serie de exhibiciones que Tyson ha protagonizado en los últimos años. En 2020, en medio de la pandemia de coronavirus, participó en una pelea de exhibición contra Roy Jones Jr., en la que demostró que, aunque fuera un evento no oficial, su poder y su habilidad aún estaban intactos.
jake paul mike tyson.jpg
Jake Paul enfrentará Mike Tyson
Aquella pelea, que recaudó 80 millones de dólares, encendió el interés por su regreso al boxeo, y en este nuevo enfrentamiento contra Jake Paul, de 27 años y 31 años más joven que Tyson, se han establecido reglas especiales para equilibrar la diferencia de edad y experiencia. El combate será a ocho asaltos de dos minutos, con guantes más grandes y acolchonados que los que se utilizan en peleas oficiales.
A lo largo de su vida, Tyson ha vivido experiencias extremas tanto dentro como fuera del ring, que parecen sacadas de una película. Alcanzó la gloria como el «hombre más peligroso del planeta» y también tocó el fondo. Su historia está marcada por excesos, encarcelamientos, adicciones, y una reinvención constante. Sin embargo, nunca ha ocultado sus luces ni sus sombras, y sus confesiones a lo largo de los años han sido reveladoras sobre su carácter y sus luchas personales.
Confesiones impactantes de Tyson
En diversas entrevistas, Tyson ha compartido historias que muestran su naturaleza compleja y su evolución personal. Por ejemplo, sobre su vida sexual, comentó que tuvo su primera experiencia a los 17 años y que, por la presión de su carrera, dejó de tener relaciones sexuales durante cinco años para enfocarse en su entrenamiento y obtener el título de campeón mundial. También habló sin rodeos sobre los excesos de su juventud, como cuando se contagió de mononucleosis durante su primera orgía.
Una de las derrotas más significativas de su carrera fue la de Buster Douglas en 1990, que sorprendió al mundo del boxeo. Tyson reconoció que, en ese momento, sintió alivio, ya que la presión de ser invencible se le había hecho insostenible. Esa derrota lo humanizó, permitiéndole ver la adversidad como una oportunidad para crecer.
Su tiempo en prisión
Tyson también ha hablado abiertamente sobre su tiempo en prisión, tras ser condenado por abuso sexual en 1992. En la cárcel, encontró paz, algo que nunca había experimentado a pesar de su enorme fortuna y fama. Durante esos años, descubrió la importancia de la estabilidad y el autocuidado, lo que le permitió reconstruirse mentalmente y salir de esa etapa más sabio y centrado.
El despilfarro de su fortuna
A lo largo de su carrera, Tyson acumuló una fortuna de más de 400 millones de dólares, pero también fue conocido por su despilfarro. Despilfarró grandes sumas en lujos, fiestas y bienes materiales, lo que lo llevó a la quiebra. Reconoció que, a pesar de su riqueza, no sabía manejarla y que las mujeres, los autos caros y las fiestas eran solo un espejismo que no llenaba el vacío de su vida. Más tarde, comenzó a tomar control de su vida financiera, reestructurando sus finanzas y enfocándose en nuevos proyectos.
El impacto de Tyson en la cultura popular
Tyson ha dejado una huella indeleble tanto en el deporte como en la cultura popular. Su ascenso meteórico al estrellato, su caída y su posterior resurgimiento, lo han convertido en un símbolo de la lucha, la redención y la resistencia humana. A través de sus propias palabras, Tyson ha compartido su experiencia de ser un hombre de extremos: alguien que tocó el cielo y el infierno, pero que, al final, encontró la paz. Su historia, tan llena de contrastes, sigue inspirando y sorprendiendo a generaciones de fanáticos, y con su regreso al ring, parece que Tyson aún tiene mucho que ofrecer, no solo como boxeador, sino como un hombre que ha aprendido a luchar contra sus demonios internos.