La huelga de 24 horas en Aerolíneas comenzará este viernes a las 12, pero también afectará a las low cost y a las compañías extranjeras
Los pasajeros en Aeroparque y Ezeiza, nuevamente rehenes de los paros de los sindicatos aeronáuticos
El conflicto de los sindicatos aeronáuticos con Aerolíneas Argentinas se sigue profundizando y entró en una etapa de final imprevisible. A las 12 de hoy comenzará un nuevo paro de 24 horas, que se extenderá hasta este sábado a la misma hora. En el caso de Tucumán, al menos 13 vuelos que conectan habitualmente la provincia con Aeroparque, Ezeiza y Córdoba serán cancelados.
La protesta fue calificada por la empresa como “intempestiva, abusiva y fuera de contexto, promocionada por dirigentes gremiales de forma irresponsable”.
Los gremios de pilotos y de aeronavegantes analizan nuevas medidas ante la falta de respuesta a sus reclamos salariales y los despidos de 3 comandantes que se negaron a operar un avión que debía devolverse con el argumento de que no querían avalar “el achique” de la aerolínea de bandera.
Aerolíneas Argentinas estimó que el costo económico de esta medida de fuerza “superará los 2 millones y medio de dólares, producto de la pérdida de ventas y por las multas, compensaciones, hotelería, traslados, comidas y otros gastos derivados del daño directo a pasajeros”. Informó, además, que del total de pasajeros afectados, unas 28 mil personas tenían planeados viajes dentro del país, otras 5.500 a destinos regionales, y las restantes 3.500, al Caribe, Estados Unidos y Europa.
“La compañía realizó su máximo esfuerzo por modificar su programación de la manera más eficiente posible, dentro de las restricciones impuestas por los propios gremios, para atenuar el perjuicio que este paro provocará a nuestros pasajeros -sostiene un comunicado de Aerolíneas-. En este sentido, se reprogramaron vuelos, adelantando y demorando salidas por fuera de la franja de la medida, y se crearon vuelos especiales para redistribuir tráfico afectado”.
Este escenario explosivo se desarrolla mientras fracasó un intento de mediación de la CGT para tratar de lograr un acercamiento del Gobierno con la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA). La gestión reservada se instrumentó entre este martes y miércoles desde el sector dialoguista de la CGT con sus mejores contactos oficiales, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el asesor Santiago Caputo, pero la respuesta libertaria fue negativa: “No se puede negociar si hay un nuevo paro declarado”, dijeron a los mediadores cegetistas.
El paro de 24 horas que comenzará este viernes a las 12 será cumplido por los trabajadores afiliados a APLA y AAA, pero otros dos sindicatos del sector, la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), anunciaron que harán asambleas que, en la práctica, afectarán la actividad en Intercargo y en las aerolíneas extranjeras.
La medida de fuerza también afectará a Flybondi y Jetsmart. En el primer caso, la empresa anunció que, “en el marco de la conflictividad gremial y ante la falta de confirmación de la normal prestación del servicio de rampa en Aeroparque, trasladará su operación a partir de las 12 horas del mediodía del viernes 13 y hasta el mediodía del sábado 14 al Aeropuerto Internacional de Ezeiza”.
Tras el paro del viernes pasado, Aerolíneas Argentinas había informado que demandará a los gremios de pilotos y aeronavegantes por las medidas de fuerza que afectaron sus operaciones y provocaron pérdidas superiores a 2 millones de dólares. Además de la demanda por el lucro cesante y los reclamos de los pasajeros perjudicados, se denunciará a Biró y Brey, los principales sindicalistas.
La aerolínea estatal ha aplicado descuentos salariales a más de 400 empleados, entre pilotos y tripulantes de cabina, por incumplir con sus tareas durante las jornadas de protesta. Los descuentos oscilan entre los 150 mil pesos por día para pilotos y 50 mil pesos por día para tripulantes.
La compañía estatal también anunció que iniciará acciones legales para expulsar a Biró de su directorio, argumentando que su accionar público y gremial ha sido desleal y en detrimento de los intereses de la empresa. La acción se basa en el artículo 59 de la Ley General de Sociedades, que estipula la responsabilidad ilimitada de los directores por los daños ocasionados a la compañía.
La tensión en el sector aeronáutico creció en las últimas horas, por otra parte, luego de que tres pilotos de Aerolíneas fueron despedidos este jueves por haberse negado a operar un avión Embraer que debía devolverse, para no avalar “el achique” de la empresa, que terminará, según denunciaron APLA y AAA, con la privatización de la aerolínea de bandera. La negativa de los comandantes, según trascendió, le ocasionará a la empresa una pérdida de “cientos de miles de dólares”.
En Aerolíneas Argentinas descartaron cualquier intención de “vaciamiento” y explicaron que la aeronave que se negaron a pilotear tenía que “ir en devolución” porque es “habitual que la compañía incorpore y desafecte aviones”, y aseguraron que “este año se sumaron 3 y debe debe devolverse esa misma cantidad, por lo que se mantiene la flota que había el año pasado”.
En respuesta a la huelga, el presidente de Aerolíneas, Fabián Lombardo, calificó la acción sindical como “salvaje”, subrayando que los gremios “no han entendido que la Argentina ha cambiado”. Sin embargo, desde APLA, Pablo Biró ha sostenido que las propuestas salariales ofrecidas por la empresa fueron “provocativas” y “insuficientes”, justificando así las medidas de fuerzas.