Luis Caputo les sugirió a las principales fábricas alimenticias del país que «es el momento de apostar» y les prometió que no habrá una nueva devaluación.
Preocupado por el nivel de actividad y por la inflación de los próximos meses, el ministro de Economía mantuvo en la tarde del jueves una extensa reunión con las grandes empresas del sector de la alimentación, acaso el más sensible en términos sociales.
El Gobierno se reunió con alimenticias: inflación y devaluación, entre las claves
En los últimos días, tanto Javier Milei como el ministro de Economía salieron a dar la señal que la baja de la inflación es la variable más relevante de acá a los próximos meses.
Tanto es así, que el Presidente condicionó la salida del cepo a que el índice de precios disminuya a un rango de al menos 2% mensual. O incluso menos, mencionó.
De esa forma, la dinámica inflacionaria se emparejaría con el «crawling peg» del 2% mensual.
Milei y Caputo buscan disipar la posibilidad, cada vez más latente, de un atraso cambiario.
«Es el momento de apostar. Después de unos meses muy duros, ahora hay que esperar que el escenario económico mejore durante esta segunda parte del año», dijo Caputo.
También dijo que el Banco Central sostendrá el apretón monetario, tal como fue anunciado hace dos semanas, en lo que se denominó la «fase 2» del programa económico.
Argentina, cara en dólares: la advertencia de Luis Caputo
«Inevitablemente, la Argentina se va a poner más cara en dólares», dijo el ministro de Economía durante un extenso reportaje.
Sin embargo, la idea del ministro es que eso no signifique un retraso de magnitud que se parezca a una burbuja que en algún momento vaya a estallar.
Caputo busca diferenciar entre lo que él mismo denomina «un peso fuerte» y un atraso del tipo de cambio.
La verdad es que el Gobierno busca una salida al laberinto en el que se ha metido. Sin dólares suficientes en el Banco Central y sin financiamiento para levantar las restricciones cambiarias, Caputo busca que la competitividad se gane a través de una estabilidad de los precios.
Para liberar el cepo, el Gobierno busca sumar reservas en el Banco Central y emparejar la devaluación con la inflación.
El riesgo que corre es lo que ya se percibe en el mercado: una brecha cambiaria que se ensancha ante la falta de expectativas positivas en el plan de corto plazo.
Luis Caputo le pidió a las empresas que no suban precios
En un contexto recesivo y sin ningún anuncio disruptivo, como puede ser el levantamiento del cepo, el Gobierno les pidió a las principales compañías que apoyen la propuesta oficial.
El reclamo es que no suban los precios de forma preventiva, como sucedió en los años anteriores, ante la presunción de una devaluación ante la escasez de dólares en el BCRA, porque esta vez «no habrá un salto cambiario».
«No existen razones macroeconómicas para que siga habiendo inflación. La salida del cepo cambiario se realizará de manera ordenada», apuntó el ministro durante el encuentro.
Contra la expectativa de los financistas y de las empresas de primera línea, el Gobierno parece decidido a postergar la eliminación de las trabas cambiarias. Milei no quiere correr ningún riesgo financiero, al menos mientras no cuente con suficientes dólares en las reservas.
Junto con Caputo, ayer estuvieron el secretario de Coordinación de Producción, Juan Pazo; y su par de Industria y Comercio, Pablo Lavigne.
En un encuentro con empresas alimenticias, Caputo pidió no subir los precios de manra preventiva.
Por parte de las compañías estuvieron los CEOs de Molinos Río de la Plata, Arcor, Mondelez Argentina, Grupo Peñaflor, Unilever Argentina, Danone Argentina, Cabrales, AGD, Mastellone, Las Marías, Nestlé, QuickFood, y las fabricantes de bebidas Compañía de Cervecerías Unidas, y Coca Cola.
Impuesto Pais, a la baja
Tal como lo había adelantado por la mañana en radio Mitre, el ministro de Economía confirmó que el Impuesto PAIS bajará del 17,5% al 7,5% en septiembre, tal como había sugerido antes de la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal.
Además, remarcó que el tributo concluirá a fin de año.
«El impuesto PAIS es muy dañino», repitió.