“Llego de la marcha y veo finalmente el video de Casa Rosada y tengo algunas cosas para decir. ¿Son 30.000? No lo sé a ciencia cierta. Como fueron desaparecidos en clandestinidad, no podemos siquiera contar tumbas. Lo cierto en términos históricos es que los militares en 1978 habían reconocido 22 mil muertos y desaparecidos entre 1975 y 1978. Esa información consta en los archivos desclasificados del Departamento de Estado Norteamericano y en la Argentina fue publicada en la Nación en 24 de marzo de 2006”, posteó Graciana Peñafort en su cuenta de la red social X.
La abogada peronista referencia a la nota “El Ejército admitió 22.000 crímenes”, escrita por Hugo Alconada Mon, quien reveló, mediante archivos desclasificados del Departamento de Estado de Estados Unidos, la cantidad de fallecidos reconocidos por las fuerzas militares argentinas. “El cálculo, aportado por militares y agentes argentinos que operaban desde el Batallón 601 de Inteligencia a su par chileno Enrique Arancibia Clavel, aparece entre los documentos que logró sacar a la luz el Archivo de Seguridad Nacional de la Georgetown University”, destacó el periodista en La Nación.
“En julio de 1978, Arancibia Clavel envió un cable a sus superiores de la DINA, con nombres de decenas de víctimas en el país y precisando que sus contactos en el Batallón 601 han ‘computado 22.000 entre muertos y desaparecidos’, desde 1975 y hasta «el día presente», poco después del final de la Copa del Mundo”, explicó Alconada Mon. A raíz de este informe, Graciana Peñafort destacó: “La ausencia de tumbas, las condiciones de clandestinidad en que se dio todo e, incluso la prolija destrucción de los documentos que llevo adelante el gobierno militar mientas se autoamnistiaba dificultan llegar a un número preciso”.
“Así adoptamos la cifra de 30.000 como número simbólico, para no olvidar el espanto que nos pasó a los argentinos. Y para los contadores de muertes debo decir que si fuesen 22 mil no sería menos grave ni menos terrible. Ni menos genocidio”, concluyó la letrada y agregó: “No fue una guerra, porque de un lado estaba el Estado, que había sido tomado por las fuerzas armadas, junto con todo su potencial logístico, armamentístico y de recursos humanos”.
Finalmente, transcribiendo la definición jurídica en el que se enmarcó los hechos acontecidos, la abogada posteó:»Los crímenes de lesa humanidad consisten en un ataque generalizado o sistemático contra la población civil, efectuado con el conocimiento del mismo, pero siempre dentro del marco general de ese ataque y como parte de un plan de un Estado o de una organización».
por R.N.
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