El gobernador de Florida, Ron DeSantis, y su par de California, Gavin Newsom, protagonizaron un duro cruce por la nueva ley que le prohíbe a los agentes federales, incluidos los del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), actuar con el rostro cubierto en California. “Si atacas al ICE, te lanzaremos una tonelada de ladrillos”, advirtió DeSantis.
En entrevista para Fox News, DeSantis criticó a Gavin Newsom: “El gobernador está diciendo que no quiere que los agentes del ICE se pongan máscaras y lo están haciendo por su seguridad, porque hay una amenaza para ellos y sus familias”, señaló.
Asimismo, acusó a su homólogo de hipocresía: “Es el mismo gobernador que obligó a niños de dos años a usar mascarillas durante el Covid y ejerció su poder ejecutivo para amordazar a la gente”.
Para DeSantis, la retórica de Newsom “pone un blanco” en la espalda de los agentes del ICE; “Los están demonizando, los están comparando con cosas como la Gestapo y eso termina creando un ambiente donde la gente va a actuar”.
Respecto a Florida, el gobernador afirmó que defendería la aplicación de la ley estatal, pero en colaboración con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés): “Estamos con nuestros socios de ICE, si vas tras ellos y los atacas, vamos a derribar una tonelada de ladrillos sobre ti. Y no querrás hacer eso en el estado de Florida”.
Ante las críticas, el propio Newsom salió a cruzar en redes sociales. “El tipo guarda caca y porno en el bolsillo. No voy a seguir sus consejos”.
La decisión del gobernador californiano también había sido condenada por el DHS.
En un comunicado oficial, la agencia señaló que la ley representa un ataque directo contra quienes enfrentan diariamente a pandillas transnacionales y organizaciones criminales. Además, adelantó que no acatarían la normativa.
La ley SB-627 busca generar más transparencia y una mejor comunicación durante los operativos del ICE y otras fuerzas federales para que los ciudadanos o migrantes puedan saber quién los detiene, interroga o ejecuta una orden judicial.
“Sea intencional o no, los miembros del público pueden sentir miedo o intimidación al ser abordados por agentes con el rostro oculto. Esta percepción puede intensificar las conductas defensivas y agravar innecesariamente las situaciones”, considera el texto.
Y, además, remarca: “Cuando los agentes no son fácilmente identificables, aumenta el riesgo de suplantación de identidad por parte de personas no autorizadas, lo que socava aún más la confianza pública, pone en peligro la seguridad pública y obstaculiza las operaciones legítimas”.
Ante esto, la ley establece:
La norma, además, dispone que los oficiales que incumplan la ley de forma deliberada enfrentarán sanciones que van desde infracciones hasta delitos menores.
Si un agente comete abusos, como arrestos falsos o privación ilegítima de la libertad, mientras oculta su rostro, la víctima tendrá derecho a reclamar una indemnización mínima de US$10.000.