Lautaro Rivero, 21 años, 1,85 metro, cara de malo de la cuadra pero bonachón puertas adentro, fue una victoria para River dentro del empate frente a Independiente que, por caso, pudo ser derrota. Porque el hincha descubrió en este zaguero lungo un futbolista con proyección, con temperamento, que se plantó en Avellaneda como si llevara decenas de partidos con una camiseta que este sábado vistió por primera vez. Y en buena forma.
Así lo vive, con naturalidad. Disfrutando de este momento que soñó tanto tiempo de jugar «en este hermoso club que me brindó todo desde chico». Cuando apoyaba la cabeza en la almohada en Santiago del Estero, sabiendo que debía lucirse en ese préstamo en Central Córdoba (lo hizo), o cuando vendía alfajores en la calle mientras era jugador de las Inferiores. «Me levantaba a las 5.30, tomaba el colectivo en la esquina de mi casa y me iba. Cuando volvía, compraba cajas de alfajores y me iba a vender al semáforo. Me quedaba hasta las 5 o 6 de la tarde, cuando oscurecía», le contó a fines del año pasado a Olé.
Una de las cosas que demuestra su humildad y la serenidad con la que el chico de Moreno vive este momento es que, después de destacarse ante Independiente, fue a comprar una milanesa a un reconocido bodegón para disfrutar de la cena con los suyos: un permitido que, claramente, tenía merecido. Su mamá Adriana, una de las personas más importantes de su vida, también dejó en claro en las últimas horas el tipo de persona que es Rivero: «Feliz hijo por dónde llegaste y todo el esfuerzo que hacés todo los días. Te amo, mamá siempre te va acompañar», le escribió en un posteo en Instagram.
Luego de su debut ante Independiente, Lautaro Rivero se compró una milanesa de un reconocido bodegón.
Se trata de saber aprovechar las oportunidades, algo que en la extensa y rica charla con este diario ya anticipaba. «¿Qué le dirías a Gallardo si leyera esta nota?», fue una de las preguntas. «Más que decirle algo, creo que tengo que estar preparado. El día que me toque, quiero responderle con fútbol. Yo voy a entrenar y exigirme, mi objetivo es estar preparado», respondió. Seis meses después, el Muñe pediría su repesca.
Rivero, mientras vendía alfajores.
La ausencia en la Libertadores
Ahora bien: después de repasar un boletín impoluto (jugador con más acciones defensivas: 11; con más despejes: 8; 100% de efectividad en los duelos en el piso, entre otras buenas notas) los hinchas se enteraron de que el zurdo no podrá jugar por la Copa Libertadores en plena sangría de centrales por las lesiones. Y es que al momento de hacer el reajuste en la nómina, Marcelo Gallardo hizo una lectura atada a las circunstancias que lo llevó a prescindir del ex Central Córdoba e inclinarse por Sebastián Boselli.
Por caso, las normativas tampoco habilitan un cambio de emergencia: en el reglamento de Conmebol sólo existe una ventana para hacer una modificación extra por lesión grave, como la de Pezzella, pero es únicamente para el caso de los arqueros, que en cualquier caso deben ser relevados por otro del mismo puesto. Así, Rivero recién podrá entrar en eventuales cuartos de final (en esa instancia se permiten otros tres cambios y para semis, otros tres): claro, el rendimiento del chico de Inferiores que fue repescado de Central Córdoba en su debut con Independiente expone también la mala fortuna que tuvo River con las lesiones y cartas que ahora se ven mal barajadas.
En cualquier caso, la decisión de Gallardo tuvo lógica. Para el último lugar, el entrenador tenía que optar entre Boselli, Rivero y Juan Cruz Meza (los otros de Primera que no están: Dadín y Woiski). Con Martínez Quarta lesionado (recién va por la mitad de su recuperación: lleva 11 días), MG optó por un central, y Boselli venía con más rodaje de entrenamientos teniendo en cuenta que Rivero recién se recuperaba de un desgarro en el sóleo derecho. No cuesta imaginar que si la lista hubiera tenido que entregarse después del fin de semana, tal vez la decisión cambiaba y que, incluso, el zurdo podía estar proyectado para ser titular ante Libertad por lo que mostró en Avellaneda.
Por lo pronto, frente a Godoy Cruz, el domingo, podría volver a tener minutos en un Monumental que lo mimará de cerca. Que si bien comprende que recién lleva 90′ con la Banda y que la carrera se compone de decenas de miles de minutos, en las redes sociales ya hubo una serie de elogios para un chico que fue repescado para el Mundial de Clubes y que, tras superar un desgarro, debutó con brilllo.
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