El enfrentamiento entre Luis D’Elía y Juan Grabois sumó un nuevo capítulo con declaraciones explosivas que reflejan una grieta interna en el peronismo y en Fuerza Patria. El dirigente piquetero acusó al líder del Frente Patria Grande de “funcional a lo peor de la derecha” y de romper con la estrategia electoral del PJ de cara a las elecciones en la provincia y la ciudad de Buenos Aires.
“No me sorprende que Grabois no vaya a las listas. Grabois desde tiempos de Macri siempre fue funcional a lo peor de la derecha. Era socio de Pepín García, de la mesa judicial del PRO”, lanzó D’Elía, marcando que el paso del exprecandidato presidencial por fuera del armado peronista confirma, a su entender, una trayectoria política que no responde a los intereses del campo popular.
Las críticas surgieron después de que Grabois señalara que competiría con lista propia en la provincia de Buenos Aires, encabezando la boleta bonaerense, y que impulsará en CABA a Ofelia Fernández como principal referente (todavía hay negociaciones para revertir esto antes del cierre de listas del 17 de agosto). La decisión implica un quiebre con la estrategia común que buscaba unificar candidaturas bajo el paraguas del PJ y Fuerza Patria para maximizar chances frente a los libertarios y el PRO.
D’Elía fue más allá y puso en duda las motivaciones del abogado y dirigente social: “Él no hace nada que no sea por plata. No hay una obra que no haya terminado. El kirchnerismo en su momento ha comprado un buzón con ese tipo”, lanzó en entrevista radial con El Disparador (Delta 90.3). La frase, dura incluso para el áspero clima político actual, apunta a un viejo recelo entre ambos dirigentes, con diferencias sobre la manera de encarar la política social y la construcción territorial.
En paralelo, D’Elía utilizó la ocasión para cargar contra la política económica del gobierno libertario y sus aliados: “Hoy los más perjudicados son los trabajadores formales del sector privado, que no ganan nada; y los estatales que ya tienen 70.000 despedidos y jubilados y pensionados”, advirtió, responsabilizando a Federico Sturzenegger y Patricia Bullrich por “liquidar el consumo popular” y provocar un escenario similar al de 2001.
Según el dirigente, “si hay disparada de dólar, peligra el nivel de consumo en Argentina y es un riesgo para tenerlo en cuenta”. En ese marco, subrayó que la economía doméstica de millones de argentinos “solo alcanza para vivir cinco o diez días” con los ingresos actuales.
El trasfondo de la disputa con Grabois es doble: por un lado, la competencia por el electorado de base peronista en el conurbano bonaerense, donde ambos tienen militancia e influencia; por otro, la pulseada por la herencia de lo que alguna vez representó el kirchnerismo dentro del peronismo. El armado de Grabois, con Ofelia Fernández como figura central en la Ciudad, busca captar un voto joven y urbano, mientras que D’Elía apuesta un segmento kirchnerista más de «vieja escuela».
En un cierre que dejó abierta la incógnita sobre su propio posicionamiento electoral, D’Elía admitió: “No sé a quién le pongo el voto hoy, estoy hablando mucho con Santiago Cúneo, pero no sé”. La frase alimenta las especulaciones sobre posibles alianzas o apoyos sorpresivos en un escenario donde la unidad del peronismo parece cada vez más lejana y las fracturas internas amenazan con debilitar la estrategia opositora.
por R.N.