Mientras espera el desembolso de US$ 2.000 millones de parte del Fondo Monetario, el Gobierno tuvo un cruce con el organismo internacional por el nivel de las reservas del Banco Central.
El vocero presidencial Manuel Adorni cuestionó en una conferencia de prensa el informe del FMI que apuntaba que la posición de reservas de Argentina son «críticamente bajas».
«No hay ningún problema con la acumulación de reservas», lanzó Adorni. «Tendrá que decir el Fondo si estamos cumpliendo o no. Nosotros decimos que no tenemos problemas con la acumulación de reservas».
En el acuerdo firmado en abril Argentina se comprometió a acumular US$ 4.400 millones de reservas netas para junio, pero ante las dificultades para lograrlo el Fondo aceptó postergar la revisión que originalmente debía producirse en junio hasta principios de julio.
A cambio, el Gobierno abandonó la postura de no comprar reservas hasta que el dólar baje a $ 1.000 y desde junio comenzó a sumar dólares mediante la emisión de deuda, menores controles de capitales y compras del Tesoro.
De la aprobación de esa revisión depende el desembolso de US$ 2.000 millones, que son claves en momentos en que empieza a mermar la oferta de divisas en el mercado de cambios.
Hoy la vocera del Fondo dijo que las conversaciones con Argentina por la revisión están «muy avanzadas», pero se negó a poner fecha para la revisión.
Las conversaciones sobre la primera revisión «están muy avanzadas» y el siguiente paso será alcanzar un acuerdo «entre las autoridades y el personal» técnico del Fondo, aseguró la vocera del FMI, Julie Kozack, en rueda de prensa en Washington.
«Creemos que esto puede suceder muy pronto«, agregó la funcionaria. Una vez alcanzado este acuerdo debe someterse a la aprobación del directorio ejecutivo. La funcionaria no dio una fecha ni aclaró si se hará antes del receso de agosto.
En esta instancia el calendario empieza a ser clave, porque el FMI entra en modo vacaciones del 1 al 15 de agosto, por lo que si no se logra el aval del board antes de esa fecha, habrá que esperar al menos tres semanas más para que lleguen los US$ 2.000 millones.
La chance que le queda a Argentina es que el directorio se reúna el jueves 31 para tratar la primera revisión del programa. Fuera del tema de las reservas, el país cumplió con las metas fiscales y monetarias previstas en el acuerdo. Pero la dificultad para hacerse de divisas se intensificará en los próximos meses, con menos oferta de los exportadores y más demanda de cara a las elecciones.
«Una vez alcanzado el acuerdo el staff técnico presentará los documentos al directorio ejecutivo para su aprobación y consideración”, dijo Kozack en la conferencia cuando se la consultó sobre el caso argentino. La vocera evitó dar una fecha concreta y señaló que se informará “sobre la fecha de una reunión del Directorio solo una vez que se haya culminado el staff report”.
Kozack apoyó el plan económico que viene llevando adelante el Gobierno. «El programa ha tenido un comienzo sólido. Se ha sustentado en la implementación continua de políticas macroeconómicas restrictivas, incluyendo un ancla fiscal sólida», estimó.
«La transición a un régimen cambiario más flexible ha sido fluida. La desinflación se ha reanudado y Argentina ha accedido nuevamente a los mercados internacionales de capital antes de lo previsto inicialmente en el marco del programa», sostuvo.