La derrota frente a Atlético Tucumán por 2-1 en Santiago del Estero dejó a Boca fuera de la Copa Argentina 2025 en 16avos de final, y con ello, perdió una de las vías de acceso a la Copa Libertadores 2026. El tropiezo no solo profundizó las críticas al rendimiento futbolístico, sino que además lo obliga a aferrarse a un camino más complejo si quiere volver al máximo torneo continental, algo que no logra desde hace dos temporadas.
Con 14 partidos por delante en la fase regular del Clausura, aún existen chances, pero el margen de error es cada vez más chico. El equipo no solo necesita empezar a sumar puntos con urgencia, sino también mejorar su rendimiento. Hasta ahora no logró ganar en lo que va del torneo y arrastra un nivel irregular que genera preocupación entre los hinchas.
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Además de lo deportivo, hay una presión institucional muy fuerte por volver al plano internacional. La actual gestión dirigencial, encabezada por Juan Román Riquelme, ha puesto como prioridad recuperar el protagonismo en Sudamérica, y otro fracaso en la clasificación sería un golpe político considerable.
Qué necesita Boca para jugar la Copa Libertadores en 2026
Hoy, el Xeneize tiene apenas dos alternativas concretas para meterse en la próxima edición de la Libertadores. La primera es conquistar el Torneo Clausura. Para eso, debe meterse entre los ocho mejores de su grupo (actualmente se encuentra noveno), superar los cuartos, las semifinales y finalmente ganar la final. Un camino largo y exigente que no permite margen de error.
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La otra vía es por la tabla anual, en la que aparece en la tercera posición. Esa ubicación, en principio, le alcanzaría para clasificar a la fase preliminar del certamen continental, ya que los dos primeros van directo a grupos. Sin embargo, la tabla puede alterarse en las próximas fechas, y además existen factores externos que podrían modificar el reparto de cupos: si algún equipo que esté en los primeros puestos obtiene la Copa Argentina, la Sudamericana o la propia Libertadores, se liberarán lugares en la tabla general.
El panorama es complejo, pero no imposible. El club de la Ribera sabe que no tiene más vidas: cada partido del Clausura será una final anticipada si quiere regresar a la Libertadores. La caída en la Copa Argentina fue un golpe fuerte, pero aún queda margen para la reacción. Ahora, depende exclusivamente de sus resultados.
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