En un contexto político convulsionado y tras un cierre de listas cargado de tensiones internas, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, dio inicio a su campaña electoral con una estrategia que marca distancia de dos figuras clave del peronismo: Sergio Massa y Máximo Kirchner.
El acto inaugural, realizado en el municipio de Almirante Brown, fue una clara señal de que Axel Kicillof busca consolidar su liderazgo con un perfil autónomo dentro del frente electoral Fuerza Patria. El evento contó con la presencia de Verónica Magario, vicegobernadora bonaerense y candidata testimonial a diputada provincial, y del intendente local Mariano Cascallares, cuarto en la lista de candidatos por la tercera sección electoral.
Sin embargo, brillaron por su ausencia los candidatos en segundo y tercer lugar de esa misma lista: Facundo Tignanelli y Mayra Mendoza, ambos vinculados estrechamente a Máximo Kirchner y La Cámpora. La ausencia de estos referentes no fue casual.
Según voceros del municipio, el acto fue presentado como una entrega de escrituras, lo que justificó la no invitación de los camporistas. No obstante, el contexto político sugiere que esta omisión responde a una estrategia deliberada de Kicillof para marcar diferencias con el kirchnerismo duro y con el Frente Renovador de Massa.
Durante su intervención, Kicillof evitó mencionar a Cristina Kirchner, actualmente bajo prisión domiciliaria, y centró su discurso en una fuerte crítica al presidente Javier Milei. “Acá no entra el topo ni la motosierra”, afirmó el gobernador, en alusión directa a las políticas de ajuste del gobierno nacional.
Además, desafió a Milei a recorrer los barrios afectados por la crisis económica, en lugar de “pasear por el mundo con quienes hace negocios y cripto estafas”. El mandatario bonaerense también cuestionó el eslogan de La Libertad Avanza, calificando su propuesta de “libertad trucha” y posicionando a su gobierno como “escudo, red y protección” frente a los embates del Ejecutivo nacional.
Alianza
Este enfoque busca capitalizar el descontento social en la provincia y reforzar la imagen del gobernador como defensor de los sectores más vulnerables. El lema elegido para esta etapa es “El 7 de septiembre sumemos Fuerza”, una frase que omite deliberadamente la palabra “Patria”, parte del nombre oficial de la alianza electoral.
Este detalle no es menor: “Patria” remite al Instituto Patria y a Unión por la Patria, espacios fuertemente asociados al kirchnerismo. Al evitar esta referencia, Axel Kicillof refuerza su intención de construir una campaña con identidad propia, alejada de los símbolos tradicionales del espacio que comparte con Massa y Kirchner.
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