Foto: redes sociales de Luca Bonfante.
Los médicos y residentes del Hospital Garrahan se concentran en el Obelisco con velas para reclamar en contra el brutal ajuste perpetrado por el gobierno de Javier Milei.
«Nos unimos en una jornada pacífica, simbólica y colectiva. Encendemos una vela por cada niño que llega a nuestra institución, por cada mañana que nos colgamos el estetoscopio, por cada guardia sin dormir, por cada abrazo con esas madres, por cada médico que asiste», escribieron en la convocatoria a la movilización que se lleva adelante este lunes en el Obelisco.
«Estamos muy agradecidos por la gente que se está acercando, para nosotros es importante contar con el apoyo de la comunidad porque son los pacientes que atendemos todos los días y es de ellos el hospital», manifestó Mora, residente de 2° año de clínica pediátrica del Garrahan, en diálogo con C5N.
Y remarcó: «Estamos muy preocupados por la situación, el viernes vimos el tuit que salió desde la cuenta oficial del Hospital Garrahan con la propuesta del incremento salarial pero no hay una comunicación formal con del Ministerio de Salud de la Nación que es nuestro empleador».
Por su parte, Aline, también residente de 2° año, señaló: «En este escenario corremos riesgo todos, desde los que nos estamos formando hasta los pacientes. Es muy desolador, queremos tener un diálogo con nuestro empleador, la respuesta no es la adecuada, lamentablemente. Hace un año y medio que estamos reclamando».
«Tenemos el apoyo de los pacientes y de las familias que hasta se preocuparon por contar en los canales de televisión su experiencia», expresó.
Emilia, otra de las especialistas que se movilizó a la intersección de las avenidas 9 de Julio y Corrientes, comentó: «Nosotros trabajamos 60 horas semanales, más dos guardias por semana. Lo peor es que tenemos un contrato de exclusividad por lo que no podemos trabajar en otro lado. En abril del año pasado se inició este reclamo, nosotros no queremos estar acá, estudiamos para atender gente. Dentro del hospital hay médicos y no médicos que están bajo la línea de la pobreza».
«Todo el personal trabaja a la par con nosotros. Hace 8 días que estamos con medidas de fuerza y sin guardias y los ánimos están por el piso. Son momentos oscuros y nos vamos a dormir con los peores escenarios posibles, es una montaña rusa de emociones que no se la deseo a nadie», agregó Joaquín.
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