En la víspera de Semana Santa, marcada por un repunte estacional en el consumo de productos de mar, el sector pesquero argentino atraviesa un momento crítico: a causa de un paro nacional y de los altos costos operativos, donde la flota permanece casi paralizada, con más de 100 barcos sin actividad, el pescado y los productos del mar dejaron de ser un negocio rentable para el sector en el contexto actual, según alertaron en la actividad. En este marco se sumó la desregulación de los diferentes rubros, que alcanza a las importaciones de estos alimentos, que ganan lugares en las góndolas locales. Mejillones de Chile y de España están entre las opciones.
Hay para estas Pascuas supermercados que se abastecieron de especies traídas del exterior, como el bacalao noruego, el atún enlatado de Ecuador y los mejillones gallegos o chilenos. Hay conservas nacionales que están perdiendo terreno frente a versiones importadas más baratas.
Mientras se ve más mercadería del exterior, el sector reclama una mesa tripartita entre el Gobierno, los gremios y las empresas para reordenar costos y evitar que la crisis se transforme en un desmantelamiento del sistema productivo pesquero.
“Después de Semana Santa esto se tiene que acomodar, pero la realidad es que hoy no se está pescando. A la merluza le pasa lo mismo que al langostino: con los costos actuales, no da. Hasta que no se acomode el tema de los costos locales y los precios internacionales, va a haber poca oferta”, dijo Eduardo Boiero, presidente de la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (Capeca).
Entre las especies que se capturan en la Argentina están el abadejo, anchoíta, bacalao austral, besugo, caballa, calamar, centolla, corvina rubia, langostino, merluza austral, común y de cola; merluza negra, salmón de mar, mero, palometa, pargo o polaca.
De acuerdo con Boiero, las especies que están en grave riesgo de ser reemplazadas por productos importados son las conservas. “Toda esta política de apertura a la importación afecta directamente a las conserveras. Están en una situación crítica. Es mucho más barato importar productos enlatados del exterior que producirlos acá”, planteó.
En las góndolas nacionales se comercializa una gran variedad de productos de mar argentino, como merluza, chernia, abadejo, lenguado, besugo y pez palo. Sin embargo, actualmente la disponibilidad está limitada debido al freno que atraviesa la actividad pesquera.
En tanto, el bacalao que se consume en el país es importado, sobre todo en esta época. “Viene salado desde Noruega, es un clásico. El atún que consumimos también es importado; en la Argentina no se produce. Se está empezando a hacer trucha, sobre todo en Neuquén, y está sustituyendo de a poco al salmón rosado, que tampoco se produce en el país”, indicó.
La Argentina comenzó una fuerte campaña de importación de mejillones desde España. El empresario resaltó que este producto típico de las Rías Gallegas, donde se cultiva en bateas, recién se está comenzando a producir en el país, más precisamente en Tierra del Fuego.
También en los supermercados se encuentra mejillón chileno. Sobre este producto el empresario subrayó que la apertura de las importaciones está afectado a esta industria nacional.
Por estas fechas, afirmó, se realiza en el país la temporada de captura del calamar, langostinos y merluza, sin embargo, todos están afectados por la situación que atraviesa la industria pesquera. “La flota de Mar del Plata está muy complicada”, completó.
Los empresarios, como se dijo, esperan que se generen mesas tripartitas entre el Gobierno, los gremios y el sector empresarial para encontrar una salida a este problema. “Hoy no es un negocio viable. Necesitamos recomponer costos, tanto salariales como generales, porque así no se puede seguir”, puntualizó.
Según señalaron desde la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), es normal que ingrese el bacalao de Noruega, sobre todo alrededor de Semana Santa. No así el mejillón desde España, debido a los costos de importación en relación con el valor en góndola.
En los precios exhibidos en reconocidas cadenas de supermercados el filete de abadejo congelado por kilo se encuentra en $14.990; el filete de lenguado $20.792; el filete de pez palo $7992; el filete de merluza despinado $7992; la trucha fresca $14.792; y, el salmón rosado ahumado $10.392. En tanto, el kilo de mejillones importados ronda los $15.000.
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