Opiniones sobre el fin del mundo es una columna que busca dar cuenta de lo que reflejan algunas de las notas de opinión dominicales de los medios masivos de comunicación y otras nuevas plataformas. Obviamente, por el medio donde se publica esta pieza, busca entender la realidad y a la vez proponer ideas para transformarla mediante políticas socialistas.
Las últimas elecciones estadunidenses ubicaron a Javier Milei como el más férreo militante internacionalista de la extrema derecha para que Donald Trump regrese a la Casa Blanca. Desde que se cumplieron los deseos del mandatario argentino, todo ha sido negativo para su gobierno. Las pretensiones de acordar un nuevo préstamo con el FMI, mediado por su socio de la internacional reaccionaria, se están volviendo una odisea que esmerilan al ministro de Economía, que no para de dar anuncios erráticos semanas tras semanas. Mientras los dólares no llegan, las reservas se esfuman en una corrida que no han podido detener desde hace dos semanas y ahora se ve profundizada por las nuevas medidas de Trump. El reflejo político de esta crítica situación económica se sintetiza en el Congreso, donde los aliados de Milei fueron parte de quienes votaron en contra de los pliegos de Ariel Lijo y García Mansilla para que integren la Corte Suprema. Además, inicia una semana donde la escena principal, otra vez, va a ser un nuevo paro general convocado por el creciente descontento social.
¿Día de la liberación o perdición para Milei?
El 2 de abril pasará a la historia como el día en que la nueva gestión de Donald Trump aplicó una medida arancelaria que, a futuro, provocará grandes cambios moldeando una nueva etapa mundial. Sin saber si tendrán un resultado positivo para las intenciones del presidente estadounidense, sí se pueden afirmar sus intenciones. En ese sentido, es útil acudir a la siguiente cita del último artículo de la Liga Internacional Socialista: “Este proyecto busca imponer una transformación estructural del régimen político y económico estadounidense y de la configuración geopolítica mundial para incrementar las ganancias de la burguesía estadounidense tanto en términos absolutos, incrementando la explotación y extracción de plusvalía, como en términos relativos, captando una porción mayor de la masa global de plusvalía a expensas de los competidores”.
Sin embargo, así como se hayan ocultos en el desarrollo ulterior de los hechos los resultados negativos o positivos para el propio Trump, sí ya se pueden ver las primeras consecuencias que provocó y, también, que va a provocar el proteccionismo imperialista del norteamericano en Argentina. Jorge Liotti, en su columna dominical, graficó las olas que tendrá el nuevo fenómeno internacional a partir de la palabra del analista y consultor en negocios internacionales, Marcelo Elizondo. La fuente del editorialista afirmó: “En primer término, a la Argentina no le conviene un mundo turbulento. Para países de tamaño medio como el nuestro, y más cuando están saliendo de crisis, necesitan un mundo organizado y previsible. Por ejemplo, la Argentina está buscando inversiones con el RIGI, y en un mundo más turbulento los inversores son más reacios. Lo segundo es que cuando ocurren estas cosas hay oscilaciones cambiarias, y en general ante la duda y el pánico los inversores salen de los países emergentes, devalúan sus monedas, y la Argentina, que esta con un régimen rígido, podría sufrir especialmente. Y el tercero sería la desaceleración del comercio global en un momento en el que la Argentina necesita comerciar más porque sus niveles son muy bajos”. Nuevas, para nada buenas para el gobierno de Milei.
Sumado a lo que se publicó en el diario centenario de los Mitre, en Clarín, Van Der Kooy suma más elementos sobre lo que dejó esta suba de aranceles al comercio internacional por parte de Trump. Analizando el discurso oficial sobre el periplo del presidente argentino a Mar-A-Lago, agregó: “Primero se explicó que resultaba importante el periplo presidencial porque la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ingresó en una etapa decisiva. La cercanía con el mandatario estadounidense podía significar un espaldarazo. Trump no asistió a la gala donde estuvo Milei, premiado con una estatuilla al “León de la Libertad”. Luego, los libertarios apuntaron que la razón del traslado habría sido negociar, primero que nadie, algunas excepciones a los aranceles del 10% que el líder republicano dispensó a la Argentina”. Toda la cobertura libertaria del viaje presidencial no varió porque sí de motivos de horas en horas. La razón se encuentra que, en primer lugar, aunque nos referiremos más adelante, a que el acuerdo con el FMI sigue en plena negociación y, por otra, a que, ante tamaña decisión de Trump, más allá de las relaciones entre los personajes de la all-right, no hubo un trato diferencial. Así también lo afirma el mismo Van Der Kooy al agregar en su trama política lo siguiente: “Ese proceso demandará seguramente mucho tiempo. Y lo pondrán en práctica, con la complejidad que significa, todos los países que se han visto afectados. Aquel menor arancel que el Gobierno vendió como una concesión a Milei resultó, en verdad, un denominador común para las naciones del Cono Sur. Y muchas más. Sin distinción de ideologías. Cayó también sobre Brasil, de Lula; Colombia, de Gustavo Petro; o Chile, de Gabriel Boric”.
Ya en el campo de los análisis de la heterodoxia económica, Alfredo Zaita, en contra de la narrativa libertaria, sostiene que: “Trump no está hablando de incrementar un flujo equitativo del comercio internacional reduciendo aranceles, como propone Milei, sino que quiere reducir las importaciones del resto del mundo, incluidas las de Argentina. Tiene el objetivo primario de aminorar el déficit comercial y, para ello, busca sostener las ventas externas y reducir las compras del exterior”. De confirmarse este análisis del economista en El Destape, lejos estaría de haber sido un éxito para Milei militar la campaña del republicano. Agregamos que, como consecuencia inmediata, además, esta semana los precios de bonos y acciones en Argentina, producto de la medida de Trump, han estado en rojo de manera permanente, el riesgo país superó los 900 puntos y la sangría de dólares se acelera.
¿Y el acuerdo con el Fondo?
Si el frente externo damnifica la estabilidad del gobierno argentino, la gestión del nuevo préstamo con el FMI por parte de Caputo está siendo una tarea doméstica que también está llenando de dudas el frente económico. Todas las semanas, sin excepción, el titular de Hacienda hace nuevos firuletes para tratar de comunicar tranquilidad, pero lo cierto es que logra todo lo contrario.
Martín Rodríguez Yebra, al referirse a este tema, luego de la trunca foto de Milei con Trump en su último viaje, se aventura con los siguientes interrogantes: “Milei volvió al país con el trozo de acrílico más caro de la historia (solo mover el avión presidencial hasta Palm Beach cuesta al menos 500.000 dólares, según cálculos del mercado aeronáutico). La foto que no pudo ser avivó una pregunta incómoda: ¿tan enrevesada está la negociación con el FMI que el Presidente tiene que volar de urgencia a Estados Unidos a rogarle ayuda a Trump? Y a punto seguido: ¿y cómo hay que entender que el encuentro no haya ocurrido?”. En este mar de incertidumbre, sobre el mismo tópico, Ezequiel Burgo pasó revista en su columna sobre los apoyos que el gobierno viene cosechando en medio de esta ruidosa negociación. Sin embargo, más allá de enumerar que la revista The Economist señaló que el FMI tendría que ser generoso con Argentina y que, además, en estos días, la legisladora republicana María Elvira Salazar haya hecho lobby por el gobierno de Milei, no deja de resaltar más contradicciones. Resalta, a partir de testimonios del ex funcionario Miguel Kiguel, que: “Más allá del peso de Estados Unidos en el directorio del FMI habrá que ver que harán otros miembros del directorio como Japón, Países Bajos y Alemania que son más renuentes a ser generosos con Argentina y que a lo mejor ya no siguen ciegamente a Estados Unidos”.
La negociación sin fin, es otro de los elementos en donde la “amistad” con Trump no le han servido a los libertarios. Es, además, otro de los elementos que viene funcionando como catalizador de desequilibrios políticos que el gobierno, hasta el momento, no ha podido resolver.
Ni la economía, ni el Congreso
Un bote que no encuentra tierra podría ser la escena de la economía local en este momento para el plan de Milei. Esto, en gran medida, es el punto nodal por el que la “oposición” que ha sido colaboracionista del gobierno en el último tiempo, empezó a comportarse de otra manera.
Horacio Verbitsky, en El Cohete a la Luna, describió el suceso del siguiente modo: “La urgencia de Milei por ver de cerca los zapatos de Trump fue tan grande, que dejó el país justo cuando el Senado se aprestaba a tratar los pliegos como jueces de la Corte Suprema de Justicia de Lijo y García-Mansilla Baring. Sin el Presidente y sin su jefe, que una vez más lo acompañó en el periplo, la operación legislativa quedó en manos de un asesor irresponsable, sin designación en cargo alguno. La táctica elegida fue impedir que el cuerpo sesionara, para lo cual se desataron todas las presiones imaginables sobre propios y ajenos. Pero esta vez no dieron resultado. Hubo quórum y el gobierno sufrió su segunda gran derrota en el Congreso”. Hay que ver si este fenómeno, en un futuro, no se vuelve a replicar. En la agenda del Congreso aún anidan los proyectos para la creación de la comisión para investigar lo ocurrido por la estafa de LIBRA. Más allá de los resultados que eso pueda tener y que, desde estas líneas, no se deposita confianza alguna en el Congreso que aún mantiene el DNU que es el núcleo central del gobierno de Milei, no es para descarta este elemento que se agrega a la realidad. Volviendo a Verbitsky, parte de los motivos del nuevo comportamiento del Congreso se debe a “la prepotencia y al acendrado desgaste que el gobierno de los Hermanos Milei padece en la opinión pública”.
Se acerca un nuevo paro
Al trastorno económico mundial, la crisis económica local, la derrota política en el Congreso y una calle que, en el último tiempo, se ha vuelto arena escurridiza para el protocolo antipiquetes de Bullrich, hay que sumar un nuevo paro general. Será el tercero desde la llegada del nuevo gobierno, un hito de movilizaciones para la actual cúpula sindical que, en el último tiempo, más allá de la oleada de los despidos, ha preferido el camino de la negociación con los libertarios. Ningún trabajador, ni el más iluso, se pregunta sobre qué van esas negociaciones en medio de un tremendo ataque a los derechos laborales.
Se abre así una semana en donde, además del paro, el 9 de abril, el próximo miércoles, la acción de los jubilados confluirá, nuevamente, con una convocatoria más amplia. Habrá que ver cuál será el desarrollo esa arena de lucha callejera en la que, la última vez que fue noticia, le costó al gobierno represor esconder, hasta el momento, a Patricia Bullrich. Una ministra a la que ya casi no se le ve ni la sombra tras el criminal operativo que hirió al fotógrafo Pablo Grillo.
La nueva pulseada, se dará con un gobierno más debilitado por los motivos repasados. Aún sin una oposición firme, la calle tiene la oportunidad de moldear la fuerza social que ponga freno al programa libertario que en el último tiempo no encuentra piso firme.
1Nuevo orden mundial o más desorden?. Liga Internacional Socialista (4-4-2025)
2García-Mansilla prepara su renuncia y la Corte volvería a quedar con tres miembros. Jorge Liotti – La Nación (6-4-2025)
3Milei se comió una curva, y viene otra. Eduardo van der Kooy – Clarín (6-4-2025)
4Ídem
5Trump dinamita el orden global y Milei aplaude sin entender. Alfredo Zaiat – El Destape (6-4-2025)
6Signos de agotamiento del método libertario. Martí0n Rodríguez Yebra – La Nación (6-4-2025)
7En medio de la tensión mundial por Trump, la Argentina busca un desembolso inicial del FMI mayor – Ezequiel Burgo (6-4-2025)
8En penitencia, Horacio Verbitsky – El Cohete a la Luna (6-4-2025)
9Ídem