En la era digital, las redes sociales se convirtieron en un escenario donde se comparten todo tipo de historias, algunas de las cuales logran traspasar fronteras por la emoción que generan. Tal es el caso de Tryla, una perra mestiza de pitbull de seis años, cuya vida dio un giro inesperado gracias a la creatividad y el ingenio de una joven estudiante de secundaria. Resulta que, conmovida por la difícil situación del animal, que perdió una de sus patas, la adolescente ideó una solución innovadora para mejorar su calidad de vida.
La historia de la perrita tomó un giro esperanzador cuando Sarah Barros, una joven de 16 años apasionada por la robótica, recibió una propuesta inesperada. Una consejera escolar la contactó para desafiarla a aplicar sus conocimientos en ingeniería de diseño en un proyecto muy especial: crear una prótesis para la perra, que había perdido una de sus patas delanteras tras un accidente automovilístico. En ese entonces, Tryla vivía en el refugio Southampton Animal Shelter Foundation, en Hampton Bays, Nueva York, y la posibilidad de mejorar su calidad de vida motivó a la estudiante a aceptar el reto sin dudarlo. “No vi ninguna razón para no hacerlo. Fue un proceso realmente divertido”, expresó la joven en diálogo con Fox News.
Un proceso lleno de desafíos
El desarrollo de la prótesis para Tryla no fue sencillo. Para lograrlo, Sarah realizó una investigación exhaustiva sobre la distribución del peso en los perros y trabajó con precisión en la toma de medidas para garantizar un diseño funcional. Sin embargo, las primeras versiones del dispositivo generaban molestias en la piel de Tryla o no se ajustaban correctamente, lo que la obligó a realizar múltiples ajustes hasta perfeccionar el modelo. Finalmente, la estudiante logró crear una prótesis que le brindó al animal una mayor estabilidad y movilidad, lo que mejoró notablemente su calidad de vida.
Amy Beth Stern, representante del refugio donde vivía Tryla, destacó la importancia de este avance y el desafío que enfrentan los perros con necesidades especiales para encontrar un hogar. “Ella es un amor absoluto, pero es difícil para las personas ver más allá del esfuerzo adicional que implica cuidarlos”, explicó. Desde el refugio la describieron como una perra “enérgica, juguetona, dulce y única”, que disfruta de la compañía humana y es capaz de seguir comandos básicos. Aunque su condición requiere cuidados específicos, su carácter amigable y su entusiasmo la convierten en una gran compañera.
Asimismo, dieron a conocer que Tryla siempre destacó por su carácter alegre y su gran capacidad de adaptación. A pesar de haber perdido una de sus patas delanteras, nunca dejó que eso la detuviera, puesto que su energía y entusiasmo se reflejan en cada uno de sus movimientos, desde su amor por los paseos hasta su fascinación por las pelotas de tenis y los juguetes suaves. También, disfruta conocer gente nueva y explorar su entorno con confianza, dado que es muy sociable. Como si eso fuera poco, demostró ser realmente inteligente y receptiva, ya que aprende con facilidad comandos básicos y se adapta a distintas rutinas con determinación.
La espera llegó a su fin: encontró un hogar
Después de un largo tiempo en el refugio, Tryla finalmente fue adoptada. “¡¡Nuestra superestrella de necesidades especiales Tryla fue adoptada este fin de semana!!”, anunciaron en la página oficial de Southampton Animal Shelter Foundation con gran emoción. Por ende, la perra, que había formado parte del programa “Foster to Adopt” (Acoger para Adoptar), logró encontrar una familia definitiva que le brindará el amor y los cuidados que necesita. Sin dudas, su historia, que comenzó con un accidente y siguió con un inspirador proyecto de ingeniería, ahora tiene un final feliz.