El índice de la inflación de enero, que promedió un alza del 2,2%, registró un único rubro deflacionario: indumentaria y calzado que mostró una caída mensual de 0,7% y una variación interanual del 63,7% por debajo del índice general que llegó al 84,5% según los datos del INDEC.
La merma en los precios de la ropa impactan en un contexto en el que hasta el ministro Luis Caputo recientemente dijo que los precios estaban muy altos en el país. Refiriéndose a la evolución de los precios, el funcionario explicó: “es cierto que hay algunos precios que están adelantados, no quiere decir que el dólar está atrasado. Los autos, en Argentina no están más caros que en todos lados, en Uruguay están más caros y van a estarlo más cuando bajen los precios acá. La ropa sí es cara porque es una industria tremendamente protegida”.
Lo cierto es que el dato oficial sobre la indumentaria también puede analizarse en el siguiente contexto: en enero, los bienes se incrementaron mucho menos que los servicios: mientras los primeros tuvieron una variación de 1,5% los servicios aumentaron 3,8% respecto del mes anterior. Pero además, en particular, la baja en los valores de las prendas de vestir y el calzado se enmarcan en la caída del consumo.
El mes en analisis, además, incorpora el ingrediente de la estacionalidad: en enero, los comercios hacen fuertes promociones y descuentos para “mover” la mercadería que no se vendió en la temporada. Sin embargo, para la industria local, “no es un tema estacional porque los costos están subiendo en dólares”, argumentan. “ Y muchas empresas no están pudiendo recuperar ni los costos fijos ante la caída de las ventas”, confió una fuente del sector.
Según la Fundación Protejer que agrupa a los fabricantes nacionales, “los precios de la ropa cayeron en enero pero ésto no se explica por la apertura de la economia ya que, por el contrario, las importaciones de ropa cayeron”, comentaron. Según los números que maneja el sector privado, las prendas que vienen del exterior, en toneladas, disminuyeron 17% en el último año.
“Los precios de la ropa cayeron porque no hay demanda. No se vende ni nacional ni importado y las empresas están trabajando con rentabilidades incluso negativas, haciendo un gran esfuerzo para no perder mercado, cubrir al menos una parte de los costos fijos y no despedir personas que les costó formar”, abundó la entidad.
Los fabricantes insisten en los costos que crecieron en dólares y que afectan la viabilidad de las empresas en un contexto de facilitación de las importaciones y mantenimiento de la caída en consumo “asfixia” a las empresas.
El segundo rubro que tuvo menores subas en el IPC oficial fue el de educación, que se movió 0,5%. Este resultado estuvo influenciado por la escasa demanda en el mes. No obstante, en febrero, se prevén aumentos significativos en cuotas y matrícula escolar de escuelas sin regulación de aranceles.