Para analizar las posibles consecuencias, es fundamental evaluar el peso de Brasil y EEUU en el intercambio comercial de Argentina. Según el INDEC, Brasil es el principal destino de las exportaciones argentinas, representando el 18% del total, mientras que EEUU ocupa el tercer lugar con una participación del 8,7%. En segundo lugar se encuentra Chile, otro socio clave de la región.
Qué rol ocupa EEUU en la economía argentina
Estados Unidos sigue siendo el principal inversor extranjero en Argentina, con un capital de u$s30.000 millones, lo que representa más del 18% del total, según la consultora Abeceb. Estas inversiones se concentran principalmente en la extracción de petróleo y gas natural (u$s9.278 millones, equivalente al 31% del total), la industria manufacturera (u$s6.327 millones), los servicios de telecomunicaciones (u$s3.229 millones) y el comercio automotor (u$s2.515 millones).
El fuerte vínculo entre ambos países se refleja en el desarrollo de Vaca Muerta, donde la tecnología estadounidense de perforación («fracking») fue clave para optimizar la producción de hidrocarburos.
En términos comerciales, el intercambio bilateral es históricamente significativo, con un promedio anual de u$s12.000 millones en la última década. Durante 2024, el intercambio sumó u$s12.680 millones, con exportaciones argentinas por u$s6.454 millones e importaciones por u$s6.226 millones, lo que resultó en un superávit comercial de u$s228 millones de dólares, rompiendo con 18 años consecutivos de déficit. Este cambio se debió al incremento del 16% en las exportaciones y a una caída del 30% en las importaciones, impulsada por la desaceleración de la actividad económica local.
Qué rol ocupa Brasil en la economía argentina
Brasil se consolidó como el principal socio comercial de Argentina en 2024. Es el principal destino de las exportaciones y se posicionó también como el mayor proveedor del país.
Entre los principales productos que Argentina exporta a Brasil se destacan el propano y butano licuado, polímeros de etileno, motores de pistón y sus partes, quesos y leche, así como alcoholes, fenoles y sus derivados. Estos bienes son fundamentales para diversas industrias, como la energética, petroquímica, automotriz, farmacéutica y de plásticos, que dependen en gran medida de este intercambio comercial.
Las perspectivas del comercio exterior para 2025
- Caso EEUU
Fernando Landa, presidente de CERA (Cámara de Exportadores de la República Argentina) y copresidente del grupo de Comercio e Inversión del B20 Brasil 2024) recordó con Ámbito que Argentina cuenta con un acuerdo marco de inversiones con EEUU (TIFA) que se encuentra vigente desde 2016. «Desde CERA hace tiempo hemos propuesto avanzar con acuerdos de armonización y buenas prácticas regulatorias y por otro lado, la facilitación del comercio. Este es un camino no sólo posible, sino constructivo en la relación».
Por otro lado, se destacó que, más allá del acuerdo de libre comercio, aún existen cuestiones pendientes con EEUU que deben resolverse. Entre ellas, la reactivación del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), las investigaciones por presunto dumping contra productos argentinos y la finalización del proceso formal para habilitar el ingreso de cítricos dulces.
Asimismo, se señaló que es difícil prever un avance inmediato en la negociación de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Argentina y EEUU.
Siguiendo el panorama de los EEUU, Gastón Méndez Crespi, Director de la Carrera de Comercio Internacional de la UADE, adicionó que las medidas arancelarias de Trump tendrán un impacto «acotado» en la Argentina. Pero en el caso de Brasil, el impacto sí es mayor.
Billete de 50 dólares
Las erráticas medidas de Trump y un dólar fortalecido podrían llevar presión a la balanza comercial argentina.
- Caso Brasil
El analista de la UADE advirtió que, si la devaluación del real brasileño se mantiene en el tiempo, el esquema de «crawling peg» al 1% mensual en Argentina podría afectar su competitividad. Además, señaló el impacto de los costos en dólares dentro de esta dinámica: «Estamos caros en dólares y eso hace que los exportadores no sean competitivos», alertó.
Asimismo, criticó el modelo económico actual, afirmando que no fomenta la producción con valor agregado, sino que privilegia una búsqueda rápida de dólares a través de sectores como la minería, el gas y el petróleo, que dependen de commodities de bajo valor agregado. «Estamos priorizando la exportación de estos productos en desmedro de las exportaciones industriales, lo que afecta a la mayoría de los exportadores, salvo aquellos que comercializan productos primarios», resaltó.
Por su parte, Elisabet Bacigalupo, economista senior de ABECEB, explicó en diálogo con Ámbito el rol del tipo de cambio en las exportaciones. «El ‘crawling peg’, en un contexto donde la inflación sigue por encima del 2% mensual, sin duda presiona la competitividad argentina y abarata las importaciones. A priori, uno podría pensar que esto impacta negativamente en la balanza comercial, ya que tiende a ampliarla. Sin embargo, no es un efecto tan lineal», señaló.
Según ABECEB, el real brasileño podría mantenerse debilitado durante el resto del año debido a las persistentes dudas en materia fiscal y la creciente incertidumbre internacional. Si bien la reciente suba de la tasa Selic y algunas señales positivas en el ámbito fiscal y monetario -como el compromiso con la independencia del Banco Central de Brasil (BCB)-contribuyeron a calmar las tensiones cambiarias, aún persisten factores de riesgo.
Entre ellos, se destacan las amenazas de una escalada en las tensiones comerciales entre EEUU, México y China, lo que podría derivar en tasas más altas por parte de la Reserva Federal (Fed), un dólar más fuerte y una mayor depreciación de las monedas emergentes, incluido el real brasileño. Esto es un factor clave a monitorear, ya que podría ejercer una presión adicional sobre la competitividad, ampliar el déficit comercial con Brasil y, en consecuencia, reducir el superávit comercial agregado, estimado en u$s13.000 millones para 2025.