El distrito comercial de Homestead, en Florida, conocido por su fuerte presencia hispana, enfrenta un escenario de incertidumbre desde que el gobernador Ron DeSantis anunció medidas más estrictas para el control migratorio. En este contexto, las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, según sus siglas en inglés) han generado un impacto económico negativo en la zona.
Los dueños de locales ubicados en la ciudad de Homestead, en el condado de Miami-Dade, advierten que la presencia de agentes del ICE en la zona provocó una disminución considerable en la clientela. Es que el temor generalizado en la comunidad migrante hace que las personas eviten salir a las calles.
Jennifer Leos, propietaria de un negocio en Homestead, describió la situación en diálogo con Telemundo Miami: “Es como si la gente tuviera miedo de salir. No vendemos ni la mitad de lo que vendíamos hace unos meses”. La reducción en el flujo de clientes provoca la disminución de ingresos, lo que conlleva en ocasiones al recorte de personal en muchas tiendas.
El endurecimiento de las medidas migratorias despertó preocupación en distintos sectores de la comunidad hispana. Comerciantes y residentes advierten que las nuevas disposiciones generan miedo incluso entre quienes tienen su documentación en regla, lo que afecta el desarrollo económico del distrito.
Un comerciante de Homestead, que prefirió no revelar su identidad, advirtió que la situación se ha vuelto insostenible. “Nos están obligando a despedir empleados porque no hay ventas. La gente ya no viene, aunque tenga sus papeles en regla, porque no quiere ser interrogada en la calle”, explicó.
Ante este escenario, organizaciones sociales y comerciantes convocaron una manifestación en Homestead para rechazar el impacto de las redadas en la comunidad. Uno de los organizadores del evento subrayó la necesidad de un cambio en la política migratoria. “No se trata solo de los indocumentados. Estas medidas afectan a todos. Nos están dividiendo como comunidad”, remarcó.
El viernes pasado, el gobernador Ron DeSantis anunció que Florida alcanzó un acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) que otorga a las autoridades estatales mayores facultades para hacer cumplir las leyes migratorias. “Tenemos el acuerdo y estamos listos para actuar”, afirmó el mandatario estatal en conferencia de prensa desde el Capitolio de Florida en Tallahassee.
Junto a él, Dave Kerner, director del Departamento de Seguridad Vial y Vehículos Motorizados de Florida, respaldó la iniciativa y destacó que se trata de una medida alineada con la estrategia del gobierno estatal para fortalecer la seguridad en la región.
A partir de este acuerdo, la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP, por sus siglas en inglés) podrá interrogar a cualquier persona sobre su estatus migratorio si considera que podría tratarse de un extranjero en situación irregular. Este convenio refuerza la cooperación entre las agencias de seguridad del Estado y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que permite a los oficiales estatales asumir un rol más activo en la detección y detención de inmigrantes indocumentados.
“Estamos orgullosos de ser uno de los primeros estados de la nación a los que se les ha solicitado que firmen un acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos para ejecutar funciones de control de inmigración dentro de nuestro estado”, enfatizó DeSantis.
En Homestead, Norma Peña, comerciante y residente de la zona, manifestó su inquietud sobre las repercusiones del acuerdo. “Las redadas no solo están afectando a los inmigrantes, sino también a familias y comunidades enteras que dependen de ellos”, expresó en una entrevista con Telemundo Miami.