En Colombia, el uso correcto de cascos certificados se convirtió en una medida crucial para la seguridad vial de los motociclistas, quienes representan el 62% de las víctimas mortales en accidentes de tránsito, según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (Ansv).
Además, de acuerdo con el Ministerio de Transporte, el 33,2% de las fatalidades están relacionadas con traumatismos craneoencefálicos, lo que subraya la importancia de los elementos de protección personal en la prevención de lesiones graves y muertes.
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La normativa vigente en el país establece la obligatoriedad del casco como único elemento de protección personal para los motociclistas. Sin embargo, expertos y organizaciones del sector insisten en la necesidad de promover el uso de equipos certificados que cumplan con estándares internacionales de seguridad.
Según explicó el director de la Cámara de la Industria de Motocicletas de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Iván García, “la seguridad vial es responsabilidad de todos. Los motociclistas debemos tomar conciencia de la importancia de usar elementos de protección y, sobre todo, que, en la medida de las posibilidades, estén certificados”.
El uso de cascos certificados no solo es una recomendación de seguridad, sino una herramienta efectiva para salvar vidas. De acuerdo con la entidad, los cascos que cumplen con estándares técnicos reducen el riesgo de muerte en un 39% y el de sufrir traumatismos craneoencefálicos en un 72%.
Las cifras compartidas por la agencia reflejan la importancia de elegir equipos que hayan sido sometidos a pruebas rigurosas y que cumplan con normativas como la NTC 4533 (Colombia), DOT (Estados Unidos) o ECE 22.05 y ECE 22.06 (Europa).
García destacó que, aunque no es obligatorio por ley utilizar cascos certificados, su uso ofrece una mayor confianza y protección al motociclista. “Por llevar equipos de protección no certificados, un motociclista no puede ser multado. Sin embargo, más allá de la normativa, lo realmente importante es tu seguridad”, afirmó.
Además de los cascos, otros elementos de protección personal como guantes, chaquetas, rodilleras y calzado protector pueden contribuir significativamente a la seguridad del motociclista. Aunque su uso no es obligatorio en Colombia, muchos de estos equipos cuentan con certificaciones internacionales como CE (Europa) o EN (normas técnicas internacionales), que garantizan su resistencia a impactos, abrasión y condiciones climáticas adversas.
En cuanto al marco legal colombiano, la Ley 769 de 2002 y la Resolución 23385 de 2020 del Ministerio de Transporte precisan que el casco debe cubrir toda la cabeza, estar correctamente abrochado y no interferir con dispositivos móviles. En el caso de los cascos abatibles, se exige que la cubierta facial inferior permanezca cerrada y asegurada durante la conducción. Los conductores que no cumplan la norma serán multados con $604.054, según las tarifas del 2025.
Para la entidad, el uso de equipos certificados no solo mejora la seguridad, sino que también ofrece beneficios adicionales en términos de durabilidad, comodidad y tranquilidad. Según los expertos, los materiales de alta calidad utilizados en estos elementos garantizan una mayor resistencia al desgaste, lo que se traduce en una vida útil más prolongada.
En cuanto a la comodidad, los equipos certificados están diseñados para ajustarse de manera segura y ergonómica, reduciendo la fatiga y las distracciones durante la conducción. Eso es especialmente importante en un país como Colombia, donde las motocicletas son un medio de transporte esencial para millones de personas.
Por último, la tranquilidad que brindan estos equipos radica en el cumplimiento de especificaciones técnicas y en los ensayos rigurosos a los que son sometidos. Lo anterior asegura que, en caso de un accidente, el motociclista cuenta con una protección efectiva que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.