Sentado en un banco del puerto deportivo de Long Beach, una mañana de julio el actor Christian Slater hacía muecas bajo el sol de California. Suspiraba, fruncía el ceño y gemía. Parecía alguien que enfrentaba un terrible dilema moral. O una indigestión severa.
Slater, 55 años, estaba filmando una escena de Dexter: Pecado original, la última extensión de marca de la serie de la señal Showtime sobre asesinos seriales que se estrenó en 2006. (Dexter: New Blood debutó en 2021; Dexter: Resurrection saldrá al aire el año próximo.) Pecado original, que en Paramount+ se estrenó el 13 de diciembre, está ambientada principalmente a principios de la década de 1990 y describe los inicios de la carrera de Dexter Morgan, un analista forense de Miami que se ocupa de asesinos en serie que la policía no puede acorralar.
La animan los mismos personajes centrales de la serie original, pero ahora están a cargo de intérpretes diferentes y más jóvenes, entre ellos Slater.
Que él se haya incorporado al universo Dexter no es ninguna sorpresa. Su currículum incluye varios asesinos, algunos accidentales y otros absolutamente psicopáticos. Avanzadas las décadas de 1980 y 1990 Christian se especializó en materia oscura interpretando personajes anárquicos e irresistibles en películas como Escuela de jóvenes asesinos (dirigida por Michael Lehmann, uno de los directores y productores de Dexter: Pecado original), Escape salvaje y Suban el volumen.
Por aquel entonces, Slater no sabía separarse de sus personajes. “No tenía una identidad suficientemente propia como para poder separarme realmente o diferenciar entre los dos”, dijo. «Me aferraba a cualquier tipo de personalidad que pudiera encontrar». De modo que esa oscuridad también afectó su vida personal. Tuvo arrestos por agresión, conducir en estado de ebriedad e intentar abordar un vuelo con una pistola en el equipaje. Cierta vez la revista Interview lo llamó «el último chico malo analógico».
Sin beber alcohol
Pero hoy Christian lleva 19 años sobrio y en la última década resurgió como actor de televisión confiable. (Ha dejado de lado la nicotina incluso, más recientemente, después de valerse de un hipnotizador al que recurre el comediante John Mulaney.) A veces, como en un episodio de El show de Larry David, ha interpretado versiones ligeramente paródicas de sí mismo. En Mr. Robot, Dr. Death y ahora Pecado original, ha adoptado un nuevo tipo: el mentor más viejo y sabio que se encuentra con una nueva generación de agentes del caos. La angustia moral le sienta bien.
En Pecado original Christian no interpreta a un asesino. Su rol de coprotagonista como Harry Morgan es el de un policía veterano que intenta controlar los impulsos homicidas de su hijo. Que Slater se haya transformado de chico malo en buen padre, por lo menos en su trabajo, describe un arco de redención que viene gestándose hace años. Slater lo vende.
«Requiere un buen rato que el barco gire», comentó meditativamente. (¿Christian Slater meditativo? ¡Epa!) “En cuanto a que el mundo del espectáculo te perciba de esa manera, simplemente requiere tiempo”.
Me reuní con él en Nueva York, una mañana de otoño, alrededor de cuatro meses después de encontrarnos en el set de Pecado original. Había sugerido un lugar para desayunar cerca de su departamento del Upper West Side, y si vos también sos fan de sus primeros papeles, habrías disfrutado la casi irrealidad de verlo bromear con una camarera acerca de las opciones de licuados y mostrarle fotos de su nena y su nene de corta edad. (Slater está casado con Brittany López. También tiene un hijo y una hija mayores de un matrimonio anterior con Ryan Haddon.)
En el café se parecía mucho a un padre adinerado de Manhattan, pero también lo suficiente a él mismo de joven como para que los transeúntes lo miraran boquiabiertos a través del vidrio. Tiene la misma sonrisita de bufón, ese mismo brillo en los ojos que se asemeja a un reflector. Sus modales son amistosos, sanos e impulsivos como son impulsivos los niños. Sólo Christian Slater sabe lo que ha sido necesario para colocarlo en ese espacio de relativa paz, y parece tan sorprendido como cualquiera.
“Toco madera, pero estoy muy feliz”, mencionó mientras esperaba su licuado. “Este es un momento muy agradable de mi vida. Supongo que primero debí pasar por todas esas otras cosas”.
Y no había visto «Dexter»
Slater no vio Dexter cuando se emitió por primera vez. La descubrió pocos años después y sintió esa mezcla de placer y envidia común a muchos artistas. En la original, a Harry lo interpretaba James Remar, un actor de carácter que también tiene habilidad con los psicópatas. Remar y Slater no se parecen mucho. Pero ambos comparten una impulsividad, una imprevisibilidad que resulta especialmente interesante cuando se la controla.
«No buscábamos reiteraciones», aclaró Clyde Phillips, creador de Dexter. “Estábamos buscando esencias similares. Christian trae eso.”
Slater también llevó experiencia con la combinación de tonos (comedia, drama, suspenso, violencia gore) que demanda Dexter. Su pasado, personal y profesional, sugería comodidad con el material oscuro. “Quizá basándose en mi historia se inclinaron por mí”, dijo Slater.
Christian sentía intriga. Le gustaba que la serie hiciera divertido el asesinato en serie, que diera un giro perverso a conversaciones y situaciones que de otro modo serían normales. «Es muy retorcida», opinó. «Sí, es demencial». No era una crítica. Y valoraba la complejidad moral de Harry, un padre afectuoso que trata de proteger y orientar a un chico difícil.
De todas maneras le preocupaba que fueran a pedirle que reprodujese lo que había hecho James Remar. Lehmann lo tranquilizó utilizando una analogía con James Bond. James Bond siempre es James Bond, comparó, pero cada nuevo actor interpreta al personaje de manera diferente. Por lo visto eso también se aplica a los detectives de la policía metropolitana de Miami.
«Este definitivamente sigue siendo Harry», manifestó Slater. «Pero es nuestra versión particular».
En Miami y en Los Angeles
Para Pecado original se filmaron algunos exteriores en Miami y durante el verano y el otoño estadounidenses se rodó en Los Ángeles (lo que explica por qué Long Beach se modificó para que pareciese Florida). La mayoría de las escenas se desarrollaba a principios de los años ’90, pero algunas tenían lugar en los ’70, cuando Harry se encuentra por primera vez con un Dexter niño. Con ayuda de una iluminación muy particular, a este Harry también lo interpreta Slater.
Le resultó medio extraño encontrarse como un estadista veterano en el set, aunque había tenido una experiencia similar en Mr. Robot, el drama que impulsó esta nueva etapa de su carrera. Sus compañeros de reparto más jóvenes lo conocían de sus primeras películas. Por eso les sorprendió su actitud generosa, abierta, y notarlo de por sí tranquilo.
«Definitivamente es más sociable, amistoso y cordial de lo que yo esperaba», aseguró Patrick Gibson, que hace de Dexter en Pecado original. En julio, en la filmación, lo pesqué contemplando a Slater, que estaba parado debajo de una esbelta palmera, con anteojos de sol. «Qué facha increíble tiene», murmuró Gibson.
Molly Brown, que interpreta a Deb, la hija de Harry cuando era adolescente, empleó un lenguaje similar para describirlo. «Es un gran modelo a seguir», remarcó. Pero lo que más le había impresionado era el entusiasmo evidente de Slater.
«No le ves el más mínimo hastío, no se siente de vuelta de todo», puntualizó. «Se podría pensar que a quien le han asignado por primera vez un personaje estable en la serie es él y no a mí». Christian se toma en serio su rol, pero intenta no tomarse a sí mismo demasiado en serio. Tiene tendencia a reírse a carcajadas entre las tomas. E inclusive a las escenas más oscuras las impregna de un sentido de juego, cosa que ya había observado el creador de Mr. Robot, Sam Esmail. «Simplemente eso se inscribe en quién es él como persona», confirmó Esmail. «No puede evitar inculcar esa sensibilidad sardónica e irónica que se percibe como ‘Acercate, te invito a ser parte del chiste'».
Slater no siempre fue del tipo bromista. Al principio de su carrera, según contó, creía que un actor debía sufrir por su arte. Ahora tiene creencias diferentes. “Definitivamente hay un nivel más profundo de comprensión en cuanto a quién soy y qué aporto”, señaló. Siente compasión por su yo más joven, aquel chico malo, si bien a veces desea poder decirle que no sea tan idiota. Como actor y al parecer como persona, ahora es adulto.
Cuando adoptó el papel de Harry, Slater no vio muchos paralelismos entre él y el personaje. Pero en noviembre, apenas después de terminar la temporada, reconoció algunos. Al pedirle que describiera a Harry, sostuvo que era un buen policía, un buen socio, un amigo leal.
«Ha tomado algunas decisiones muy cuestionables», continuó diciendo. “Ha cometido errores, cosas por las que se siente muy culpable, apenado, arrepentido. Y ahora está tratando de alcanzar cierto nivel de decencia”. Después hizo una pausa. Comprendió que había estado describiéndose él mismo.
«Está bueno tener la oportunidad de interpretar a un personaje con el que, en mi vida, en la suya, estamos en una trayectoria similar», dijo. Entonces no pudo evitar entrecerrar los ojos y mostrar esa sonrisa sinvergüenza. «Solo que yo no estoy criando a mis hijos para que sean asesinos seriales».
Traducción: Román García Azcárate
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