El auge de las plataformas DeFi en Latinoamérica enfrenta desafíos regulatorios significativos, según destacan Andrés Peña, CMO, y Oscar, CEO de Dobprotocol. Ambos coinciden en que el desconocimiento de las autoridades hacia el sector blockchain y la falta de marcos regulatorios específicos generan incertidumbre jurídica, dificultando la expansión regional y el desarrollo de propuestas descentralizadas. Mientras algunos gobiernos se centran en lanzar monedas digitales de banco central (CBDC), los requisitos tradicionales de cumplimiento como KYC y AML entran en conflicto con la esencia anónima de las plataformas DeFi, exacerbando los obstáculos.
Por otro lado, los protocolos DeFi se posicionan como herramientas clave para mejorar la inclusión financiera en regiones con acceso limitado a servicios bancarios tradicionales. Al eliminar intermediarios y reducir costos, estas plataformas permiten el acceso global a servicios como préstamos y remesas, especialmente en comunidades de bajos ingresos. Dobprotocol, liderado por Oscar y Peña, busca democratizar la economía colaborativa mediante la tokenización de activos reales y el uso de inteligencia artificial para automatizar flujos financieros, con miras a consolidarse como referente global para 2025.
Periodista: ¿Cuáles son los principales desafíos regulatorios para el desarrollo de plataformas DeFi en Latinoamérica?
Andrés Peña, CMO de Dobprotocol:
El desconocimiento de las autoridades hacia el sector blockchain y la falta de iniciativas que impulsen el desarrollo de propuestas DeFi latinas. Por otro lado, los países parecen estar más interesados en lanzar su CBDC que en explorar las opciones que fomenten la descentralización.
Oscar CEO dobprotocol:
El desarrollo de plataformas DeFi en Latinoamérica enfrenta desafíos regulatorios clave. La falta de marcos específicos genera incertidumbre jurídica, ya que las leyes financieras tradicionales no se ajustan a modelos descentralizados. Los requisitos de KYC y AML son difíciles de implementar en plataformas que priorizan el anonimato y la descentralización. Además, existe una falta de consenso entre países sobre cómo regular los criptoactivos y las plataformas asociadas, lo que dificulta la expansión regional. La ausencia de infraestructura regulatoria clara también genera desconfianza en los usuarios e inversionistas. A esto se suma la escasa claridad sobre la fiscalización de ingresos generados por activos tokenizados. Finalmente, la resistencia al cambio por parte de los reguladores y la lenta adaptación tecnológica de las instituciones gubernamentales dificultan el avance del sector.
P. ¿Cómo pueden los protocolos DeFi mejorar la inclusión financiera en países con acceso limitado a servicios bancarios tradicionales?
Andrés Peña, CMO de Dobprotocol: las finanzas descentralizadas (DeFi) son una excelente opción para las personas que no tienen acceso al sistema tradicional, o prefieren optar por otras alternativas. Debido a su libertad de acceso, diversidad de opciones y estrategias, como también recompensas más atractivas, su adopción solo irá en aumento y conceptos como “staking” o “yield farming” serán más conocidos.
Oscar:
Los protocolos DeFi mejoran la inclusión financiera en países con acceso limitado a servicios bancarios mediante su naturaleza descentralizada, que elimina intermediarios y barreras de entrada. Ofrecen acceso global a servicios financieros a cualquier persona con internet, sin necesidad de cuentas bancarias ni historial crediticio. Reducen costos asociados a transferencias y préstamos, haciéndolos accesibles para poblaciones de bajos ingresos. Al operar 24/7, garantizan disponibilidad continua. Facilitan préstamos basados en garantías digitales y reputación on-chain, permitiendo acceso al crédito sin requisitos tradicionales. También promueven la tokenización de activos locales, empoderando comunidades al integrar sus economías al sistema financiero global. Además, simplifican el envío de remesas con menores costos y mayor rapidez.
P: ¿Cómo puede la inteligencia artificial optimizar las estrategias de inversión en el ecosistema DeFi?
Oscar:
La IA optimiza las estrategias de inversión en DeFi al analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real, identificando tendencias y oportunidades de mercado. Los modelos predictivos anticipan movimientos de precios y riesgos, mejorando la toma de decisiones. Facilita la gestión de riesgos al evaluar métricas como volatilidad y liquidez, ajustando estrategias para minimizar pérdidas. Además, automatiza inversiones mediante algoritmos optimizados para yield farming, staking y arbitraje. También monitorea contratos inteligentes para identificar posibles vulnerabilidades y evitar pérdidas. La IA permite personalizar estrategias según objetivos específicos y gestionar portafolios de forma eficiente en entornos complejos y altamente dinámicos como el DeFi.
P: ¿Qué papel juega la IA en la detección de fraudes y la mejora de la seguridad en transacciones descentralizadas?
Andrés Peña, CMO de Dobprotocol:
la inteligencia artificial y los AI Agents serán fundamentales para procesos de detección de fraude, estafa y lavado de dinero en el ecosistema blockchain y Web3. En el futuro existirán varias opciones de AI Agents enfocados en el due dilligence debido a su enorme capacidad de analizar datos en poco tiempo y tomar decisiones en base a ello.
Oscar:
La IA desempeña un papel crucial en la detección de fraudes y la mejora de la seguridad en transacciones descentralizadas. Analiza grandes volúmenes de datos en tiempo real para identificar patrones anómalos que podrían indicar actividades fraudulentas. Implementa sistemas de machine learning que detectan comportamientos sospechosos, como intentos de hackeo o manipulaciones en contratos inteligentes. Ayuda a prevenir ataques como el phishing mediante el análisis de interacciones en tiempo real. La IA también supervisa redes blockchain para identificar vulnerabilidades y mejorar su resistencia a ciberataques. Además, valida automáticamente transacciones basadas en reglas predefinidas, minimizando errores humanos y riesgos. Con estas capacidades, refuerza la confianza en los ecosistemas descentralizados.
P: ¿Qué es Dobprotocol?, ¿Cómo nace?
Oscar: Dobprotocol es una plataforma descentralizada diseñada para tokenizar activos del mundo real (RWA) y distribuir automáticamente las ganancias que estos generan entre los participantes, de manera segura, transparente y eficiente. La tecnología de Dobprotocol combina inteligencia artificial (IA), blockchain e Internet de las cosas (IoT) para crear un ecosistema que permita desarrollar y operar modelos de negocios autónomos, supervisados por agentes de IA.
El proyecto surge de la necesidad de resolver problemas relacionados con la gestión de activos descentralizados, como la distribución de beneficios y la automatización de flujos financieros. Dobprotocol fue concebido hace dos años, con el objetivo de democratizar la economía colaborativa, permitiendo que cualquier persona participe en la creación y gestión de negocios autónomos mediante herramientas open source. Su misión es empoderar a comunidades globales a través de una participación equitativa en la economía descentralizada.
P: ¿Cuáles son las metas de Dobprotocol para 2025?
Para 2025, Dobprotocol busca consolidarse como líder en tokenización de activos y distribución de ganancias en blockchain. Planea lanzar nuevos módulos como dob.finance (finanzas descentralizadas) y dob.lease (leasing de activos), además de herramientas avanzadas de automatización con IA para optimizar procesos. Se enfocará en construir una comunidad activa mediante estrategias open source y programas de grants. También busca establecer alianzas estratégicas con empresas y casos de uso reales. Otro objetivo es la tokenización masiva, promoviendo el uso del token $DOB y listándolo en plataformas clave. Estas metas están dirigidas a posicionar a Dobprotocol como un referente en la economía colaborativa y descentralizada global. Además potenciaremos el agente $DOBI lanzado en la plataforma Virtuals para servir como el primer agente de RWA que valida transacciones remuneradas en blockchain.