Adrián Armas es gerente de Estudios Económicos del Banco Central de Reserva del Perú. En octubre pasado estuvo en Buenos Aires exponiendo en las Jornadas Monetarias que organizó el Banco Central sobre la experiencia del proceso de estabilización de Perú, puesto en marcha en 1990 y que hoy, 34 años después, puso a ese país como uno de los de menor inflación y crecimiento más sostenido de la región.
Perú pasó de la dolarización casi total de aquellos años a un escenario de “competencia de monedas” que derivó, hoy, a que el 70% de los peruanos adopte su moneda, el Nuevo Sol, como moneda de pago y de ahorro. Esta semana, el Presidente Javier Milei anunció que busca aplicar también la “competencia” entre el peso argentino y el dólar en la Argentina. A continuación, un resumen de la charla que Armas mantuvo con Clarín.
– El Presidente Javier Milei volvió a hablar de la competencia de monedas.¿Cómo hicieron en Perú para que los peruanos, que en los años 90 estaban tan o más dolarizados que los argentinos, hoy prefieran ahorrar en soles?
– Las personas eligen una moneda de acuerdo a las características que ellas esperan de dicha moneda. Entonces, en el caso de Perú, igual que en otros casos de la región, la dolarización responde a que la moneda local no ha dado la capacidad de mantener el poder adquisitivo. Entonces, en el caso nuestro, es una historia que comienza de una situación hiperinflacionaria. Con el paso del tiempo, la sociedad peruana extrajo lecciones importantes. Los peruanos entendieron el origen monetario de la inflación.
– ¿El ciudadano común aprendió que el exceso de emisión monetaria genera inflación, así de fácil?
– El país sufría de hiperinflación, sufría de escasez de dólares para poder importar las cosas básicas, había largas colas, racionamiento, etc. En ese contexto hay un cambio de gobierno, y con ello también, como sucede siempre que hay un cambio de gobierno, el gobierno tiene capital político para implementar reformas y se hacen. En el año 1990 se lanzó un paquetazo de ajuste y apertura económica y la sociedad entendió que así no se podía seguir.
– El famoso paquetazo del ex presidente Fujimori presentado por el ministro Juan Carlos Hurtado Miller.
Exacto. Fue un programa estructurado en base a las experiencias previas. A diferencia de la mayoría de casos en esa época, donde siempre se usaba el tipo de cambio fiji como mecanismo para controlar la inflación, nosotros apostamos al cambio flotante porque no se había cerrado todavía el déficit fiscal y además el Banco Central no tenía reservas internacionales. Y además hacía falta una corrección severa de los precios relativos.
–Un escenario muy parecido al que encontró Milei el año pasado
–Exacto
¿Cómo lograron el giro de la dolarización a la decisión de los peruanos de ahorrar en su propia moneda?
– Es un camino que hay que construir día a día. Y ganando credibilidad con la disciplina fiscal y monetaria. En nuestro caso, se fue ganando confianza porque la gente comenzó viendo que cada año, de manera gradual, seguía bajando la inflación. Y ya para fines de la década de los 90s, la inflación había alcanzado niveles internacionales. Se fue construyendo reputación.
– Fueron días críticos al principio. El presidente del Banco Central del Perú Julio Velarde dijo en una entrevista con este medio que el público después del overshooting inicial del tipo de cambio no tuvo más remedio que salir a vender sus dólares
– Así es. El día del anuncio del paquete, el 8 de agosto de 1990, el tipo de cambio estaba en 65.000 soles, subió a 340.000 y desde ahí empezó a bajar. Y siguió bajando a la par que aumentaba la demanda de intis, la moneda que precedió al Sol. Y el Banco Central comenzó a comprar divisas y fortalecer las reservas desde un nivel ínfimo.
– En definitiva lo que importaba era el compromiso fiscal del Gobierno
– Fue un paquete durísimo pero la población lo recibió con mucha madurez. Y como le decía antes, estaban las condiciones dadas. Era “ahora o nunca”. Y eso se tradujo en paciencia por parte de la ciudadanía
La baja de la inflación fue más lenta que lo que estamos viendo este año en la Argentina. ¿Por qué?
– Correcto. fue un proceso, digamos, lento, en el sentido de que ya para el año 91 la inflación era 139% al año. Cerró el año 91 una inflación mensual de casi 4%. El año 92 fue algo así como 56%, el 93 fue 39% y el 94 ya era 15%. Cuando llega a 15% ves en el Perú un aumento notorio de la demanda real de dinero. En ese momento tuvimos un desafío a nivel comunicación ¿Cómo explicar a la gente que estaba traumada por una hiperinflación, que cuando había mucha impresión de moneda local lo asociaba a la indisciplina? Había que explicar que era una emisión de moneda positiva, simplemente como reflejo de que la gente ahora confiaba más en la moneda local y quería demandar más dinero. Quería Más soles peruanos en su poder. En ese momento, 1994, anunciamos la política de metas de inflación.
– ¿Y en ese momento formalizan a través de la constitución la independencia del Banco Central?
– En 1992 se cambia la Ley Orgánica del Banco Central. El mandato es preservar la estabilidad monetaria y la independencia. La parte constitucional se ensambló bien con la carta orgánica del Banco Central, que no solamente prohíbe dar créditos al gobierno, sino que también prohíbe crear tipos de cambio diferenciado, prohíbe dar créditos a la banca y garantiza los depósitos de los ahorristas en cualquier moneda. Entonces, eso fue como un espaldarazo más firme al rumbo económico que se había adaptado dos años atrás.
¿O sea que, de alguna manera, la Constitución avaló esto que hoy conocemos como bimonetariedad o convivencia de monedas?.
Claro, así es. Cualquiera tiene libre libertad de abrir una cuenta monetaria sin ninguna restricción, en soles o en dolares.
– ¿Eso alcanzaba a todo tipo de contratos, por ejemplo alquileres o creditos?
– En el caso del Código Civil que legisla ese tipo de cosas, hubo un cambio. El Código Civil previo establecía que la moneda nacional era de curso forzoso, que nadie podía rechazar el pago en moneda local. En el nuevo artículo del Código Civil se establece que, salvo pacto en contrario, la moneda nacional se acepta. Es decir, tú podías hacer un contrato en donde solamente pudieras aceptar el dólar como opción. Se dio esa opción.
– Está muy bien. Pero, digamos, en la base del éxito podemos resumirlo en dos cuestiones: independencia del Banco Central y compromiso fiscal.
–Lo que es fundamental es la parte, creo yo, de independencia. Tengo un candado legal muy fuerte. Yo diría que también es lograr el apoyo de la población. La población se vuelve muy sensible al tema de que no va a haber un desbarranque monetario ni fiscal. Y lo fiscal es ciertamente importantísimo.
– ¿La llamada calle cómo adoptó el sol y abandonó el dólar, sobre todo como reserva de valor?
– Eso tomó más tiempo. Lo primero es que cuando tienes hiperinflación, tienes la sustitución de la moneda, se da inclusive en la forma de pago. O sea, ya la gente cobra el sueldo y se va corriendo a cambiar dólares para las compras que va a hacer. Cuando llegas a bajar la inflación de manera, digamos, importante, pero no a niveles internacionales, recuperas esa función. Entonces lo que creas es un sistema tipo la ley de Gresham, que significa que la moneda débil desplaza a la fuerte Nosotros, en el Perú, cuando se alcanza el nivel de inflación internacional, lo que significa que tu moneda en el largo plazo se vuelve estable porque tu inflación es igual que la de Estados Unidos. Segundo, lo que significa también es que cuando la economía está en una posición fuerte, como cuando los términos de intercambio son altos, los precios comunes son altos, tu moneda en términos nominales se aprecia.
– ¿Fue un proceso lento?.
– En nuestra historia siempre habíamos tenido regímenes de tipo cambio fijo donde todo parecía estable hasta que un día se devaluaba. Si bien a nivel académico siempre te pueden decir, y es cierto, que bueno, si tienes una inflación más alta, te das interés más alto en moneda loca, es verdad, pero de fondo hay algo psicológico.
– ¿Y hoy en qué ahorran los peruanos?
– Buena parte de los ahorros de las familias ya están en soles. Hoy en día, más o menos, el 70% del depósito de las familias está en moneda local y solo 30% en dólares. Y algo parecido ocurre con los créditos. Y cuando uno mira el conjunto del país, se puede afirmar que las personas de menos ingresos ahorran más en soles que en dólares.
¿Considera que Argentina, con este programa económico, está transitando el mismo camino que ustedes iniciaron en 1990?
Para dar una respuesta tendría que estar acá. Pero uno comienza a ver cosas positivas, como el compromiso fiscal. Y me da la impresión de que hay esperanza en la gente, hay un apoyo al programa, cosa que no es fácil lograr de entrada, muchas veces estas cosas son muy difíciles de lograr.