Aerolíneas Argentinas ha estado en la agenda del gobierno desde que asumió para poder privatizarla y dejar que capitales privados puedan generar ganancias con ella. Sin embargo, la oposición se negó a votar su desmantelamiento y todavía sigue siendo objeto de escándalos.
Aerolíneas Argentinas ha tenido un gran rendimiento en los últimos años y ha hecho uso de su superávit para poder operar. Pese a los buenos rendimientos de su gestión, lo cierto es que el gobierno sigue con sus planes de venderla al mejor postor.
Las tratativas por la línea de bandera han escalado tanto que recientemente el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, ha mencionado que no permitiría que la empresa sea desguazada y que podría hacerse cargo de ella si es necesario.
«Si el gobierno quiere vender la empresa, la provincia no lo va a permitir»
El plan del mandatario de la provincia de Buenos Aires es comprar un paquete accionario en gran cantidad y hacer partícipes a otras provincias para sostenerla en el tiempo. De esta manera, se evita que se “mal venda”, lo cual ya ha sucedido con anterioridad.
La maniobra planteada pro Kicillof ya ha sido cuestionada por altos funcionarios del gobierno que han mencionado sus críticas a este movimiento. El ministro de economía mencionó que es una “caja política” que solamente ha funcionado con fines del gobierno de turno.
«La provincia plantea que si hay intención de transferir nosotros empezamos un camino con gobernadores y trabajadores: vamos a trabajar también con sector aerocomercial y turístico porque creemos que es de las mejores del mundo»
Por el momento, existe una tensión subyacente entre el gobierno y las provincias, pues se ha mencionado que se quería liquidar la empresa al mejor postor. Con la nueva modalidad se espera que las provincias intervinientes se beneficien de los recursos generados por la aerolínea nacional.
Las críticas a favor y en contra
Aerolíneas Argentinas ha llegado a un punto que ha causado una división en la sociedad, pues una gran cantidad de personas se han colocado de un lado o del otro. Hay quienes mencionan que es una perdida de dinero, mientras que otros apelan al sentimiento nacionalista.
Sea como fuere, hay varios funcionarios nacionales que han resaltado la necesidad de no vender la empresa pues ha evidenciado grandes rendimientos en los últimos años. La venta respondería a una estrategia ideológica más que política.
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