Las estafas en WhatsApp vienen aumentando en frecuencia y complejidad, convirtiéndose desde hace meses en una herramienta utilizada por ciberdelincuentes para obtener información personal y financiera.
Este tipo de fraude, conocido como “vishing” (phishing por voz), combina tácticas de manipulación emocional y urgencia para engañar a las víctimas, robar sus datos y, en última instancia, quedarse con su dinero.
Cómo operan las estafas internacionales por WhatsApp
Los estafadores suelen dejar llamadas perdidas o enviar mensajes desde números con prefijos internacionales desconocidos. La curiosidad o el temor a perder algo importante lleva a muchas personas a devolver la llamada o responder sin verificar la fuente.
En la mayoría de los casos, los estafadores apelan a diversas tácticas psicológicas y tecnológicas para capturar la atención de la víctima y luego introducirla en la estafa. Por ejemplo, dejan una notificación de llamada perdida o envían mensajes ambiguos para generar curiosidad.
Algunas de las llamadas que generan suelen redirigirse a líneas especiales, lo que provoca cargos elevados en la factura telefónica al devolver la llamada con el pretexto de una situación crítica -simulada, obviamente- para presionar a las posibles víctimas. Esta última es clave para evitar que la persona tenga tiempo de analizar la situación con calma.
Los argumentos más utilizados suelen ser notificaciones falsas de problemas legales, supuestos inconvenientes técnicos en cuentas bancarias o redes sociales y los clásicas emergencias de salud relacionadas con familiares o amigos.
«Si te llega un mensaje de alguna oferta de un premio, un empleo que parece demasiado buena para ver cierto no hagas caso y no des clic en los enlaces de los mensajes, puede tratarse de un fraude», sostienen desde WhatsApp.
En caso que la víctima cometa el error de devolver la llamada, el estafador pone en marcha una ingeniería delictiva a través de un sistema automatizado o una conversación real para captar información.
Algunos ejemplos:
- «Necesitamos confirmar su identidad para desbloquear su cuenta».
- «Ha ganado un premio, pero necesitamos algunos datos para procesarlo».
- «Un familiar tuvo un accidente y necesitamos un pago urgente para cubrir los gastos médicos».
Otra de las estrategias más comunes es la suplantación de identidad.
Los delincuentes pueden hacerse pasar por bancos, empresas reconocidas, o incluso contactos de confianza utilizando fotos de perfil robadas.
Usan mensajes que aparentan ser oficiales para pedir datos personales como contraseñas, números de cuenta o información de tarjetas.
Esos mismos mensajes, en su mayoría, pueden contener links que parecen legítimos, pero redirigen a páginas falsas diseñadas para robar credenciales de inicio de sesión, instalar malware (virus informático) en el celular o solicitar pagos.
Según diversos reportes de seguridad, los prefijos telefónicos más peligrosos en 2024 son:
- +355 (Albania)
- +225 (Costa de Marfil)
- +233 (Ghana)
- +234 (Nigeria)
- +62 (Indonesia)
- +91 (India)
Por qué funcionan los fraudes a través de WhatsApp
Según diversos especialistas, la psicología del miedo y la urgencia son claves para los estafadores. Las personas tienden a reaccionar rápidamente ante situaciones alarmantes, lo que disminuye su capacidad de cuestionar la legitimidad del mensaje o llamada.
También, como en muchas de las ciberestafas, la ingeniería social cumple un rol fundamental. Los estafadores explotan la confianza y la empatía, simulando ser figuras de autoridad o conocidos cercanos, como estrategia para obtener información confidencial de los usuarios.
Asimismo, muchas víctimas desconocen estas modalidades de fraude por falta de información previa y actúan instintivamente sin confirmar la fuente.
SL