La Valeta, 5 dic (EFE).- La OSCE inicia este jueves en Malta su anual Consejo Ministerial, con la invasión rusa de Ucrania una vez más como tema central y con la posibilidad de que Rusia y Occidente acerquen posturas, tras años de bloqueo, en asuntos que afectan al futuro de la mayor organización de seguridad del mundo.
Entre los ministros de Exteriores de los 57 Estados que participan en la cita estarán también el estadounidense Antony Blinken, y el ruso Serguéi Lavrov, quien está por primera vez en un país de la Unión Europea (UE) desde la invasión Rusa en Ucrania en febrero de 2022.
De hecho, los dos coincidirán en la sesión plenaria que se celebra hoy, a diferencia del año pasado en Skopie, cuando el estadounidense apenas estuvo unas horas para encuentros bilaterales y una cena informal de trabajo, a la que Lavrov no estaba invitado.
El jefe de la diplomacia rusa llegó a acusar a Blinken de «cobardía» y de rehuirle.
Pese a la enorme tensión entre Rusia y Occidente, acumulada desde hace años y que se disparó tras la invasión de Ucrania, esta reunión comienza con la sensación de que ambas partes pueden llegar a acuerdos en asuntos que afectan al funcionamiento interno de la OSCE, uno de los pocos foros en las se sientan en la misma mesa de diálogo.
De hecho, la presencia de Lavrov en La Valeta ha provocado menos tensión que el año pasado en Skopie, e incluso el ministro ucraniano, que el año pasado no participó en el Consejo en protesta, ha acudido en esta ocasión.
Algunas fuentes diplomáticas cercanas a la OSCE relacionan ese cambio en que el inminente retorno a la Casa Blanca del republicano Donald Trump puede suponer un cambio en el apoyo militar, político y económico a Ucrania, tras sus repetidos anuncios de que forzará a invasor e invadido a llegar a un alto el fuego o a un acuerdo de paz.
Lo cierto es que parece haber ya acuerdo en temas que el año pasado quedaron bloqueados.
Por ejemplo, a falta del visto bueno de los ministros hay ya consenso, la fórmula por la que la OSCE toma sus decisiones, para renovar la cúpula directiva de la Organización.
Así, todo indica que el exministro de Exteriores turco Feridun Sinirlioglu asumirá la Secretaría General de la OSCE, y también hay acuerdo para otros tres importantes cargos.
El acuerdo sobre los nombres también puede facilitar la aprobación del presupuesto, ante la aparente disposición de Rusia, que debe varios millones de euros de aportaciones, de aceptar unas cuentas que lleva paralizando desde 2021.
También parece que podría acordarse que Suiza, un país neutral, asuma la presidencia de la OSCE en 2026, y Chipre, miembro de la UE pero no de la OTAN, lo haga en 2027, aunque alguno de esos puestos podría ir también a un Estado de Asia Central. EFE
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