miércoles, 4 diciembre, 2024
InicioSociedadPrepagas: cuándo empezó la triangulación que dan de baja desde el lunes...

Prepagas: cuándo empezó la triangulación que dan de baja desde el lunes y qué cambia para los afiliados

El 1° de diciembre entra en vigencia el Registro Nacional de Agentes del Seguro (RNAS) y la novedad es que a partir del próximo lunes, primer día hábil del mes, los afiliados tendrán a su disposición la posibilidad de derivar sus aportes a la obra social o prepaga que deseen sin tener que triangular ese dinero con el tercero que en el momento de la desregulación había funcionado como puente.

Entre un 2% y un 7% es el porcentaje que se vienen quedando en concepto de comisión esas obras sociales a las que el Gobierno considera “sellos de goma”. Pero, ¿desde cuándo rige la mencionada triangulación?

«Como parte de las reformas que tuvieron lugar durante el gobierno de Carlos Menem, hay un decreto, el 1141, del año 1996, que introdujo cambios estructurales en el Sistema de la Seguridad Social y el cambio más importante fue el famoso decreto de desregulación de las obras sociales sindicales, que permitía que un beneficiario se llevara los aportes a otra obra social. Se podía migrar de una a otra, algo que antes de 1996 era imposible», repasa Adolfo Rubinstein, ex ministro de Salud de la Nación.

Para la misma época, dentro de las transformaciones, se creó la Superintendencia de Servicios de Salud, un organismo de control y supervisión de las obras sociales nacionales en cuanto a su financiamiento, organización y prestación de servicios. «Dentro de ese decreto fue clave la creación del Programa Médico Obligatorio (PMO), que todas las obras sociales tienen que garantizarlo. ¿De qué se trataba? De una canasta de prestaciones explícitas de servicios, medicamentos y prácticas que debían y deben ser cumplidos».

Para llevar a cabo ese requerimiento que exigía el PMO, «se puso en funcionamiento el Fondo Solidario de Redistribución (FSR). Con los descuentos del 6% al empleador y el 3% al empleado, que recauda la ex AFIP -ahora ARCA-, el 85% de esa recaudación iba para la obra social y el 15% restante se lo quedaba la AFIP para derivarlo a un fondo mancomunado que era el FSR. ¿Para qué? Para que todas las obras sociales, las más fuertes y las más frágiles, pudieran garantizar el Programa Médico Obligatorio. Todo esto era parte de la esencia del decreto promulgado en 1996″.

A partir de la segunda parte de la década del ’90 empezó la triangulación de aportes. ¿Cómo? A partir del decreto de desregulación, explicó el ex ministro, se permitieron convenios entre obras sociales y prepagas, pero para cambiar de prepaga, había que cambiar de obra social, no podía hacerse directamente, con lo cual era obligatorio recurrir a la denominada obra social intermediaria.

«La mayoría de las intermediarias -no todas- son parásitas, no brindan ninguna prestación pero retenían un porcentaje que se conoce como ‘peaje’. Es un monto variable según cada obra social. Algunas son ‘sellos de goma’ puros, otras ofrecen algún que otro beneficio. Pero esa franja de porcentaje retenido estaba blanqueado, era legal para hacer el cambio de prepaga».

Director del Centro de Implementación e Innovación en Políticas de Salud del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (CIIPS-IECS), Rubinstein cita el ejemplo de Capitanes de Ultramar, una obra social «casi inexistente», que hizo un convenio con una de las principales prepagas y «se transformó de golpe en una obra social con muchísimos beneficiarios sin ofrecer nada a cambio».

La decisión del Gobierno de dar de baja esta triangulación «es simplemente porque estas intermediarias parásitas no agregaban valor, entonces decidieron sacarlas del sistema para que a las prepagas, ahora, se ingrese de la misma manera que a una obra social, con los mismos derechos y obligaciones. Ese ‘peaje’, de esta forma, irá directamente a la prepaga, con lo que debería repercutir en algún beneficio para el usuario. ¿Cuál? Pagar menos».

Sin embargo, Rubinstein advierte que serán los salarios altos los que migren a las prepagas, que aumentarán sus afiliados. «Esto puede ocasionar que las prepagas tengan mayores problemas de financiamiento y es probable que tengan más tensión financiera para cubrir las prestaciones que tienen que estar garantizadas».

Más Noticias