Tras el anuncio del presidente Javier Milei en el que informó que se prohibirá el cambio de género en las cárceles, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, explicó los motivos detrás de la decisión. En primer lugar comentó que el Gobierno busca impedir el “uso, abuso y engaño” de detenidos, y, en segundo, que surgió a través de dos casos particulares.
“Se trata de impedir el uso, abuso y engaño de muchos detenidos. En el caso de [Ariel] Cantero es un asesino serial y que tuvo a Rosario bajo su total y absoluta conducción durante muchos años. Tiene 130 años de condena y, en el penal, cuando empezó a sentir que se le acabó el sistema de privilegios, comenzó a pensar maneras para engañar. Primero lo hizo con su propia hija, a quien le mandó órdenes. De golpe comenzó a presentar habeas corpus diciendo que se auto percibía mujer y pidiendo casarse tanto con un hombre como con una mujer. Él intentaba volver a ganar el poder que estaba perdiendo”, comenzó Bullrich en LN+.
Además, sumó: “Tuvimos el apoyo de los jueces y de fiscales y ningún privilegio le fue otorgado. Ahora lo que queremos es no depender de un habeas corpus, sino que tengamos un concepto más claro y concreto, porque también tenemos un caso que ocurrió en un penal en Córdoba. Había cometido el delito del abuso, se le aceptó el cambio de sexo para ir a la cárcel de mujeres y volvió a hacer lo mismo. Y peor porque dejó embarazada a la víctima”.
Por otro lado, la ministra se distanció de algunas críticas hacia el Gobierno y sostuvo que el problema está en el cambio de género dentro de la cárcel, porque, según explicó, consiste en la utilización de un recurso para sacar algún tipo de beneficio. “Si entra como travesti a la cárcel, el preso va a ser tratado como tal. O si una persona cometió un delito autopercidiba como mujer, ya está, tomó la decisión antes de entrar”, agregó.
Bullrich consideró que, mientras un preso esté bajo la tutela del Estado, así como un condenado no puede ejercer derechos políticos, tampoco “podrá utilizar determinados recursos que en la mayoría de casos tienen que ver con un intento de sacar un beneficio”. Además, completó: “No estamos hablando de libertad en este caso, sino de personas privadas de ella que se encuentran bajo el monopolio del servicio penitenciario”.
En cuanto a los 10 habeas corpus presentados por Cantero, la ministra afirmó que apelaron a todos y fueron rechazados. También destacó la función de la Justicia: “Hay que reconocer que hay un sistema que está empezando a cambiar el garantismo zaffaronista que le habría dado automáticamente esa capacidad de cambio de sexo sin evaluar la política criminal que se está queriendo plantear”.
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