lunes, 25 noviembre, 2024
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Milei está más cerca de nombrar a Lijo en la Corte Suprema con apoyo peronista, pero el decreto sigue

Las propuestas del presidente Javier Milei para completar la Corte Suprema empezaron a moverse en el Senado, donde el pliego del juez federal Ariel Lijo tuvo un avance clave con guiño de la bancada peronista/kirchnerista y quedó a solo una firma de tener dictamen para ser votado en el recinto, pero el de Manuel García Mansilla sigue sin apoyo y eso mantiene firme la opción de resolver el tema por decreto.

Antes del fin de semana, la catamarqueña Lucía Corpacci, muy cercana a Cristina Kirchner, estampó su firma en el pliego de Lijo. Fuentes de La Libertad Avanza y de la oposición dialoguista aclararon a iProfesional que, a pesar de ese apoyo, al pliego de Lijo «todavía le falta una firma más» para llegar a las 9 que se necesitan para pasar de la Comisión de Acuerdos al recinto.

No obstante, es un avance porque, según dejan trascender en el bloque de Unión por la Patria, la firma de Corpacci fue un mensaje al Gobierno: están dispuestos a votar al polémico juez federal impulsado por Milei para la Corte Suprema, a cambio de «bajar» a García Mansilla y reemplazarlo por una mujer, propuesta por ellos. El tema del cupo de género es clave, ya que en todos los bloques coinciden que el académico «no tiene chances».

En ese marco apareció el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para ratificar que «si la oposición no da los votos necesarios» para que Lijo y García Mansilla sean nombrados en el máximo tribunal, Milei definiría «nombrarlos por decreto», como había adelantado iProfesional. En el entorno presidencial insisten en que quieren «los dos o ninguno» y ese fue el mensaje que interpretaron los senadores en la declaración del funcionario.

Según supo este medio, en la bancada oficialista del Senado deslizan que si Milei no acepta el convite del kirchnerismo y los pliegos siguen trabados, no descartan que una vez finalizado el período de sesiones ordinarias del Congreso (es decir, después del viernes) «se resuelva el decretazo».

Javier Milei, cerca de nombrar a Ariel Lijo en la Corte Suprema: ¿cuál es la fecha que todos miran? 

La cuenta regresiva para que Milei defina si nombra a Lijo y García Mansilla no depende solo de los plazos parlamentarios, sino también de los que corren dentro de la Corte Suprema, integrada hoy por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda, quien cumplirá 75 años en diciembre, la edad jubilatoria de los jueces.

Mientras que la propuesta de Lijo es para ocupar la vacante que dejó Elena Highton en 2021, con García Mansilla el Gobierno apunta a ocupar esa silla que dejará libre Maqueda. Con eso en vista, fuentes de la Casa Rosada remarcaron a iProfesional que «la Corte Suprema no puede funcionar con tres miembros». El poderoso asesor presidencial Santiago Caputo advierte a quien le pregunte por el tema que no dejarán que el máximo tribunal quede en esas condiciones.

Por lo tanto, la fecha que tanto el Gobierno como el Senado están mirando es el domingo 29 de diciembre, el cumpleaños de Maqueda. El viernes 27 sería su último día como juez de la Corte. Si para ese entonces no hay un acuerdo con el peronismo que le permita a Milei avanzar con el tratamiento de los pliegos al menos en sesiones extraordinarias -a las que todavía no convocó- la opción del decreto estará más firme que nunca. Si es que no lo firma antes.

¿Qué obstáculos enfrentaría la opción del decreto que evalúa el Gobierno para la Corte Suprema?  

Sin embargo, esa alternativa augura varios inconvenientes para Milei. El primero de ellos es que Lijo no estaría dispuesto hoy a ser designado por decreto, según comentan en la Cámara alta. «Él y todos saben que está cuestionado, no es el más limpio del mundo, entonces estando tan cerca por qué va a optar por llegar ‘sucio’, con un mecanismo que es el más polémico», razonó un operador parlamentario ante iProfesional.

En el Senado todos tienen alguna idea sobre lo que quiere el juez porque, según indican en los distintos bloques, desde que Milei lo nominó él se dedicó a «buscar sus propios votos». No solo conversó con senadores de variado color político, sino que tiene vínculos con los gobernadores, sobre todo del peronismo en sus distintas versiones.

De hecho, uno de los que opera a favor de su candidatura es el senador correntino Carlos «Camau» Espínola, peronista no kirchnerista del bloque Unidad Federal. Otro es el salteño Juan Carlos Romero, el aliado con más experiencia que tiene el oficialismo en el Senado.

También formarían parte de la «rosca» a favor de Lijo, gobernadores como Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Gustavo Valdés (Corrientes), que empujan su pliego desde afuera, y senadores de Unión por la Patria como Sergio Uñac (San Juan) y Juan Manzur (Tucumán), según deslizan en el Senado.

Todos ellos intentan que avance la propuesta del juez federal por la vía parlamentaria, pero nadie se mueve por García Mansilla y esto inquieta a la Rosada. Allí entra el obstáculo más importante para el eventual decreto de Milei: con sus 33 senadores Unión por la Patria lo rechazaría en la primera oportunidad que tengan o bien le darían dictamen a los dos pliegos solo para llevarlos al recinto y votar en contra, de modo tal que los nombramientos queden sin efecto.

¿Qué haría el PJ si Javier Milei avanza con un «decretazo»?

Para aprobar a un juez de la Corte se necesita una mayoría de dos tercios, 48 votos si estuvieran los 72 senadores presentes. Es decir que 25 es el «número de bloqueo» frente al oficialismo y esa es aproximadamente la cantidad de senadores de Unión por la Patria que responden al liderazgo de Cristina Kirchner. «Si el Gobierno avanza por decreto, le van a voltear todo», deslizan en el Senado.

A pesar de las diferencias entre los bloques, la posibilidad de que Milei sufra ese revés es realista debido a que, para colmo, el PRO está en contra de la designación de Lijo, como ya advirtieron Mauricio Macri y el jefe del bloque, Luis Juez. En la UCR también hay quienes se oponen y lo mismo ocurre con Francisco Paoltroni, exmiembro de La Libertad Avanza.

Todo esto explica por sí solo por qué Milei necesita sí o sí del apoyo peronista si quiere nombrar a Lijo en la Corte. Igualmente, a ese cuadro de situación se le suma que todas las bancadas coinciden en que la Corte Suprema no puede quedar integrada solo por hombres y que una de las dos vacantes debe ser ocupada por una jueza.

De esta forma, el decreto que evalúa Javier Milei para nombrar a Ariel Lijo y a Manuel García Mansilla en la Corte Suprema enfrenta varias dificultades, pero la negociación que el peronismo le ofrece al Gobierno mediante la sorpresiva firma de una senadora kirchnerista tampoco le cierra por ahora a la Casa Rosada. La cuenta regresiva ya empezó y el desenlace depende casi por completo del Presidente.

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