GUALEGUAYCHÚ.– Desde el martes, cuando la Cámara de Casación Penal de Entre Ríos dispuso la prisión preventiva para el exgobernador Sergio Urribarri, y ordenó inmediatamente la detención en su mansión en Concordia y el posterior traslado a la cárcel ubicada en Paraná, la atención de la sociedad se posó directamente sobre las condiciones de su presidio.
En diálogo con LA NACION, el titular del Servicio Penitenciario de Entre Ríos, Aníbal Alejandro Miotti, se refirió a la realidad de Urribarri y a la de dos de sus socios políticos en la gestión al frente de la provincia, devenidos hoy en compañeros de celda: Juan Pablo Aguilera –además, cuñado del exembajador en Israel durante el gobierno de Alberto Fernández– y Pedro Báez, exministro de Cultura y Comunicación durante el gobierno de Urribarri, quien ingresó el viernes pasado a la Unidad Penal N°1 “Dr. Juan José O’Connor”.
Miotti informó que “desde un comienzo –cuando solo estaban en la celda especial Urribarri y Aguilera–, se dispuso a cuatro funcionarios penitenciarios para atender las necesidades de los detenidos. Se mantiene este número”. Y sumó que “se establecieron turnos de ocho horas para el seguimiento de la situación y se inició el proceso de adaptación establecido para cualquier persona que ingresa a un penal, lo que se viene dando de acuerdo a lo previsto”.
“Los internos alojados en esta unidad penal son 969″, confirmó Miotti, quien también informó sobre la última incorporación en la tarde del viernes: el exministro de Comunicación y Cultura Pedro Báez.
Báez fue condenado en el marco de la megacausa que envió a la cárcel a su antiguo jefe. Y la justicia entrerriana también dispuso su detención bajo la modalidad de prisión preventiva, a la espera de la confirmación de la condena a seis años y medio de prisión por el desvío de fondos públicos para promocionar la figura de Urribarri como candidato presidencial en 2015.
Miotti confirmó que “Báez fue alojado en el mismo sector y bajo las mismas condiciones que Urribarri y Aguilera, porque realmente no hay otro espacio donde ubicarlos a los fines de resguardar la integridad física de los tres internos”.
¿Cuáles son esas condiciones? “Se trata de una habitación donde funcionaba hasta hace unos días atrás un depósito general. La acondicionamos para establecer condiciones de mejor habitabilidad y mantenerlos así alejados del resto de la población carcelaria”, explicó el funcionario a LA NACION. El espacio al que hace mención Miotti se encuentra a unos 20 metros del pabellón modelo de la cárcel paranaense, “donde se encuentran alojados unos 70 internos”.
Acerca de las comodidades del lugar, detalló: “Tiene luz eléctrica, un baño, una cama de una plaza y una cucheta [implementada a partir de la llegada de Báez] en una pieza de tres por cuatro metros, una mesa, utensilios para comer y demás elementos necesarios para la vida cotidiana. No cuenta con ningún electrodoméstico, ni televisor, ni heladera o freezer”, como sí tienen la mayoría de los pabellones del penal para que los internos puedan refrigerar alimentos o tener agua fría. Aclaró que, “por una cuestión reglamentaria del establecimiento carcelario, tampoco tienen teléfono celular para comunicarse con el exterior”.
El funcionario explicó que Urribarri “no tiene un régimen específico de actividades, lo alcanza el régimen general como a cualquier interno”. Y señaló que “puede levantarse a la hora que quiera, no tiene horarios estipulados. No se le indica a qué hora puede apagar la luz y no tiene obligación de realizar actividades específicas, a diferencia de lo que ocurre con los internos que sí tienen régimen laboral y comienzan sus actividades a las 6.30″.
El exgobernador entrerriano no tiene prohibidos los libros u otros materiales de consulta, aunque Miotti no brindó detalles sobre las pertenencias que pudieron acercarle hasta el momento sus abogados defensores, los únicos autorizados para visitarlo. Asimismo, contó que Urribarri y sus exsocios “tienen acceso a recreación en horas de la tarde, en un patio que tiene una dimensión aproximada de cuatro por seis metros” y aclaró que “por el momento le traen la comida a diario: personal penitenciario se la acerca a su celda”.
Miotti adelantó que, debido a que ya transcurrieron algunos días desde su admisión, “este domingo ya estarían habilitados para recibir visitas familiares” y destacó que “puede solicitar consulta psicológica o médica en cualquier momento del día”.
También, detalló el funcionario, “si quisiera realizar alguna llamada telefónica, hay un sector específico a donde se lo llevaría con tal fin, que es el sector de la Guardia, a donde los familiares pueden acercarle también alimentos, en el marco de los controles pertinentes. Todo se viene dando sin sobresaltos”. Miotti descartó que los tres condenados reciban cualquier tipo de trato especial.
El titular del Servicio Penitenciario de Entre Ríos enfatizó en la sobrepoblación carcelaria del penal donde se encuentra Urribarri: “Tenemos 90 internos por encima de la cantidad de personas que deberíamos tener en esta unidad penal. El traslado de estos internos movilizó a todo el personal para poner en condiciones el lugar donde fueron alojados. Existen mejores condiciones en la Granja Penal N°9«>Granja Penal N°9 ubicada en Colonia El Potrero, en Gualeguaychú, donde hace poco se inauguraron nuevos módulos y existen condiciones para la detención de internos con estas características. Por eso desde el Servicio Penitenciario lo hemos planteado así, le hemos manifestado al ministro que sería conveniente pensar en el traslado”.
Acerca de la posibilidad de materializar el traslado, Miotti señaló que “dependerá del resultado del Habeas Corpus presentado por la Defensa Técnica ante el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos (Stjer). Esperamos esa definición para que, en caso que se autorice, se efectivice el traslado a la Unidad Penal N°9″.
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