Desde la Estación Espacial Internacional (EEI), que está ubicada a más de 400 kilómetros de la Tierra, los astronautas norteamericanos Don Pettit, Nick Hague, Butch Wilmore y Sunita Williams emitieron sus votos en las elecciones presidenciales de EE.UU 2024 gracias a un sistema tan seguro como sofisticado, lo que muestra a las claras los grandes avances que permiten a los astronautas poder participar en el proceso democrático sin importar la distancia y el lugar en el que se encuentren en ese momento.
Cabe resaltar que el derecho de voto para los astronautas en misión espacial fue posible gracias a un cambio establecido en la legislación de Texas en el año 1997 que le dio respuesta a la solicitud del astronauta John Blaha, quien, mientras se encontraba en una misión en 1996, expresó su deseo de votar. Pero, como la NASA no tenía jurisdicción para autorizarlo, la solicitud de Blaha fue enviada a Texas, donde Blaha residía y en donde, finalmente, se aprobó una ley que permitió a los astronautas votar desde el espacio en las futuras misiones.
David Wolf fue el primer astronauta en utilizar este sistema en 1997, mientras se encontraba en la estación espacial Mir, que en su momento pertenecía a Rusia tras la disolución de la Unión Soviética. Desde entonces, la opción de votar en el espacio ha estado disponible para astronautas estadounidenses, siempre con protocolos estrictos para garantizar la confidencialidad del voto y se implementó oficialmente en la EEI con tecnología avanzada.
Estación Espacial Internacional: voto desde la estratósfera
El sistema de votación en el espacio requiere que los astronautas llenen una boleta electrónica encriptada que, luego, es enviada a la Tierra a través del Sistema de Satélites de Seguimiento y Retransmisión de Datos de la NASA. Este sistema permite una comunicación segura entre la EEI y el centro de control terrestre, en tanto que la boleta encriptada es recibida en Nuevo México y, posteriormente, enviada al Centro de Control de Misiones en Houston, Texas, donde es gestionada por el secretario de votación.
El proceso garantiza la privacidad y seguridad del voto, aspectos fundamentales en un contexto tan especial como el espacio. Esta opción de votar desde fuera del planeta destaca el compromiso de Estados Unidos con la participación democrática de sus ciudadanos, independientemente de su ubicación. Así, los astronautas que representan al país también pueden hacer valer su derecho al voto en un escenario tan único como la órbita terrestre.