La angustia se apoderó de su ser, hasta las fibras más íntimas se estremecieron por el estado de su solcito, de esa alma que se erige en el centro de su universo. Floppy Tesouro transita por horas adversas, a partir de la necesidad de recurrir de urgencia a una clínica para atender a su hija Moorea.
La modelo detectó, ayer, que su pequeña sufría de algunas complicaciones y decidió, con el impulso de su instinto maternal, correr a un sanatorio para dilucidar el origen de ese malestar. Al comprender que algo acontecía con la salud de su gurrumina, la morocha acompaña a Moorea en La Trinidad de Palermo.
Tras el susto inicial, lógico del caso, Tesouro pudo exteriorizar los detalles de la situación y explicó todo lo que atraviesa la niña. Así, en diálogo con Teleshow, la modelo contó: “Ayer a la mañana (por el miércoles) quedó internada con un cuadro de gastritis y deshidratación, pobrecita”.