La proclamación de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela por un nuevo mandato empujó otra vez a la Argentina a una antinomia que divide a referentes políticos. Mientras que Javier Milei y Mauricio Macri denuncian que hubo fraude y presionan para que la región desconozca al gobierno venezolano, Cristina Kirchner se mantiene en un sugestivo silencio. También callaron por ahora Axel Kicillof y otros referentes del kirchnerismo que comulgaron con el régimen chavista. Surgieron algunas voces de apoyo, como la de Andrés Larroque, ministro de Kicillof, y posturas intermadias, como la CGT y el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, que reclamó transparencia y difusión de los resultados electorales.
LA NACION
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