En el primer semestre del año, las provincias de Chaco, Santiago del Estero, Formosa y Salta han deforestado un total de 60.000 hectáreas, según un informe de Greenpeace
Greenpeace detectó que la deforestación en el norte del país aumentó un 15% en comparación con el mismo período de 2023, alcanzando las 59.557 hectáreas. Las situaciones más críticas se presentan en Chaco y Santiago del Estero, donde la mayoría de los desmontes son ilegales.
Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace, expresó su preocupación por este incremento y denunció la violación de la suspensión de desmontes dictada por la justicia provincial en Chaco en 2020.
El relevamiento, basado en imágenes satelitales, indica que entre enero y junio de 2024, Chaco deforestó 27.148 hectáreas; Santiago del Estero, 21.047 hectáreas; Formosa, 7.162 hectáreas; y Salta, 4.200 hectáreas, totalizando 59.557 hectáreas, equivalente a tres veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires.
A pesar de la Ley Nacional de Bosques de 2007, que establece normas para la preservación de bosques, el incumplimiento es evidente. La organización ecologista ha denunciado ante la Corte Suprema la complicidad entre gobiernos y empresarios que permite la destrucción de los bosques con total impunidad.
En abril, Chaco sancionó un nuevo ordenamiento territorial que permite el desmonte de más de un millón de hectáreas, poniendo en riesgo especies como el yaguareté. Esta semana se cumplen cinco años del amparo presentado por Greenpeace ante la Corte Suprema contra las provincias afectadas y el Estado Nacional, por violar la protección de los bosques nativos.