Nueve familiares de los participantes de Gran Hermano ingresaron recientemente. Su estadía en la casa no solamente es para alegrar a los competidores, sino que tienen una misión muy importante que determinará el futuro de cada uno de los concursantes del reality.
El primero en entrar fue Facundo, el amigo de Martín Ku, quien apareció por la gran puerta hablando chino y desconcertó a todo mundo. Cabe destacar que el competidor estaba en el confesionario en ese momento, que supuestamente le estaban preguntando por Arturo.
Luego le tocó a Aixa, la mamá de Zoe Bogach. En tercer lugar ingresó Rocío, la amiga de Furia. Después fue el turno de Noelia, amiga Emma, que cabe recordar que su lugar iba a ser ocupado por el marido del participante, pero se bajó a último minuto.
El quinto fue Franco, el hermano de Bautista Mascia. La siguiente fue Sol, la hermana de Florencia Regidor. En séptimo lugar ingresó Mateo, el amigo de Nicolás Grosman. El penúltimo al entrar fue Francisco, el hijo de Darío Martínez Corti. Para el final quedó Delfina, la hija de Virginia Demo.
CUÁL ES LA MISIÓN DE LOS FAMILIARES DE LOS PARTICIPANTES DE GRAN HERMANO
Luego de la emoción vivida por parte de los participantes, Santiago del Moro reunió a todos en el living para explicarles las reglas del juego: «Ustedes, los visitantes, van a estar representando a los suyos mañana en la prueba del líder. Es decir, los jugadores no juegan mañana la prueba del líder».
Y agregó: «El miércoles nominan todos, pero nominan a los visitantes, no a los jugadores. El jugador que esté comprometido por el participante, se va también de la casa. El domingo la gente va a elegir a qué visita sacar, pero con la condición de que la visita se lleva arrastrado a un jugador o jugadora. Esta semana Furia no está fulminada».