Mark Zuckerberg se propuso crear una inteligencia artificial general (IAG) aprovechando la enorme reserva de GPU de Nvidia que consiguió. Para eso, reubicó a su grupo de investigación FAIR para que desarrolle productos de IA generativa en las aplicaciones de sus redes sociales.
El CEO ha destacado que Meta tendrá un total de 600.000 GPUs de Nvidia a finales de 2024 destinadas al trabajo de la IA. “Hemos desarrollado la capacidad para hacer esto a una escala que puede ser mayor que la de cualquier otra empresa individual”, ha señalado.
Aunque no goza de la máxima consideración, Zuckerberg considera que la nueva versión de su IA de código abierto, LLaMA 3, es la más avanzada que se ofrece en la actualidad.
Mientras que cualquier otro asistente que tenga más potencia no se puede ejecutar en nuestras computadoras ya que son de código propietario.
Además, LLaMA 3 no va a suponer un peligro para la existencia de la humanidad. De hecho, el propio Zuckerberg cree que ninguna IA va a causar un problema existencial, al menos en este año de desarrollo.
Por mucho que la IA se haya convertido en una herramienta imprescindible para el ser humano, este tipo de tecnologías no parecen no ser una amenaza a la hora de decidir el futuro del ser humano.
En una charla con The Verge, reconoció que hay algunos aspectos que sí que le preocupan, entre ellas las IA multimodales. Es decir, no solo aquellas que te sirven como un asistente de texto, sino las que además te pueden crear un vídeo o una imagen.
Ahora que los Estados Unidos se están dirigiendo de lleno hacia el año electoral más complicado de la historia reciente de los últimos años, cree que pueden ser algo que quizás no es del todo positivo.
“La multimodalidad es un caso en el que puede que no tenga tanto sentido abrir todas las modalidades. Por ejemplo, la generación de imágenes es algo que estamos analizando de cerca. Especialmente en un año electoral, ¿es eso algo netamente positivo? Creo que es algo en lo que todavía estamos pensando”, sostuvo.
Directo al cerebro
El CEO de Meta, Mark Zuckerberg, ha insinuado que su empresa está avanzando en sus primeras «interfaces neuronales de consumo», dispositivos portátiles no invasivos capaces de interpretar señales cerebrales para controlar ordenadores.
A principios de este año, el CEO de Meta afirmó que esta pulsera neuronal podría convertirse en un producto de consumo en unos pocos años.
A diferencia del chip cerebral Neuralink de Elon Musk, Zuckerberg explicó que estos dispositivos no serían algo que «se conecta a tu cerebro», sino algo que se puede llevar en la muñeca y que puede «leer las señales que tu cerebro envía a través de tus nervios a tu mano para moverla de diferentes maneras sutiles».
La pulsera de Meta funciona utilizando la electromiografía (EMG) para interpretar las señales cerebrales sobre los gestos deseados de la mano y traducirlas en comandos para controlar dispositivos.
«Recién estamos al principio del viaje porque no hemos lanzado la primera versión del producto, pero jugando con él internamente es realmente genial y muy interesante de ver», añadió.