La serie de Netflix sobre la vida de Rocco Siffredi llegó al streaming el pasado 6 de marzo de 2024. Producida por The Apartment y Greenlandia, cuenta de siete episodios para narrar la biografía -con cierta licencia poética- del actor de más de mil películas porno. Una historia dramática que se desarrolla desde su infancia en Ortona, en las costas del Adriático, donde el joven Rocco es el menor de los hermanos Tano.
La trama da cuenta de su admiración por el hermano mayor, audaz y bien parecido, y el amante de la belleza del pueblo (Jasmine Trinca). En ese entorno, Rocco encuentra su despertar sexual, como apasionado lector de “Supersex”, un cómic pornográfico sobre las aventuras de un superhéroe del amor.
Con el sueño de ser él también un “Supersex”, título de la serie de Netflix, parte a los dieciocho años con rumbo a París, donde descubrirá los lugares más oscuros de la ciudad luz, pero también los propios. La serie aborda los estereotipos y prejuicios del sexo, pero no se limita a tratar temas eróticos: la historia de Rocco es una historia de dolor, violencia, amor y fantasmas personales.
El italiano Alessandro Borghi interpreta el papel de Rocco, con escenas de desnudez total en la serie que no cae sin embargo en el exceso. «Si tuviera que decirte quién es Rocco Siffredi, te diría, tal como lo conocí, que es un hombre que me conmueve, es una persona amable, dulce y que aborda la sexualidad con extrema libertad. A veces el proceso para llegar a esa libertad fue un proceso equivocado y agresivo. Pero estar con él durante mucho tiempo, incluso en el set, me hizo comprender que muchas veces tendemos a tener juicios en la interpretación, o a ubicar a algunas personas en un contexto determinado, sin conocer realmente su verdadera historia», explica Borghi, el encargado de mostrar el lado B de Rocco, uno más sensible y menos machista que el que dejó su vasta filmografía en el triple X.
Una nueva dimensión para Siffredi (su verdadero nombre es Rocco Antonio Tano) cuando está a punto de cumplir los 60. Un perfil romántico donde se entrelazan el amor por su hermano, su madre, y su esposa Rózsa Tassi, la húngara a la que conoció en Cannes, y con la que tiene dos hijos, Lorenzo y Leonardo.
Versión española
Es la copia española de Rocco, quien en algún momento lo cobijó y lo produjo. Y como su maestro, también tiene su biopic sexual. “Nacho” es la historia de Nacho Vidal, y puede verse en la plataforma ibérica Atresplayer Premium. Protagonizada por Martín Rivas, ya desde el primer episodio deja claro que la hoy estrella del porno solo era bueno en una sola cosa. Y la potencia de su falo es el eje sobre el cual gira todo, con menos poesía que en “Supersex”. Hay una serie de películas mías que todo es muy light y muy tranquilo, que nada tiene que ver con lo que hacía Rocco Siffredi”, se diferencia Vidal.
Y expone su propio drama: “He contraído todas las ETS menos el VIH. La última que he contraído es la que me ha quedado crónica para toda la vida, se llama síndrome de Reiter, es una artritis reactiva que estoy tratando con una medicina biológica con unas pastillas”.
La serie que lleva su nombre abarca desde sus 18 hasta los 26, y repasa los pormenores de una adolescencia ociosa, hasta que casi le fuerzan a alistarse en el ejército. Y sus penosos inicios en la industria del sexo: conocer a una chica y empieza a trabajar en la sala Bagdad, donde hace performances en vivo, pero no consigue tener una erección en su primer casting.
“Él tiene un status de celebrity que forma parte incluso del folclore nacional. El proceso para desarrollar el personaje hubiera sido distinto si el gran público no estuviese tan familiarizado con Nacho. Yo tenía mucho a mi alcance para investigar sobre él y muchas fuentes de las cuales beber e inspirarme”, cuenta Rivas, el actor que lo interpreta. “Cuando hablaba con él me resultaba complicado conversar desde los roles de actor y persona viva a la que va a dar vida. Casi que me quedaba en el papel de fan”, agrega el actor.
“Nacho es muy honesto, pero de forma subconsciente creo que todos intentaríamos mostrarnos cómo nos gustaría que nos interpretasen. Entonces yo me fiaba más de la opinión que me dio gente que compartió muchos momentos con él. De ahí saqué los tres pilares sobre los que construí el personaje: su capacidad de seducción y carisma; lo inquietante que resultaba su presencia; y la última su capacidad para caer y levantarse”, concluye Rivas.
Antecedentes
La productora a cargo de la biopic “Nacho” es Bambú, la misma de “Cuestión de sexo” (en clave “Cincuenta sombras de Grey”). Y la factoría española de Netflix produjo recientemente también “Toy Boy”, con por Jesús Mosquera, María Pedraza y Cristina Castaño en los roles principales. Mosquera interpreta a Hugo Beltrán, un stripper que se ve envuelto en un caso policial. Obra de Atresmedia y Plano a Plano, llegó a la postre del éxito mundial de “La Casa de Papel”, y tuvo más de un millón de reproducciones por episodio durante dos temporadas.
Y no es esta la primera vez que las dotes masculinas pare el sexo son el detonante de una serie.
Netflix tuvo un suceso con “Sexo/Vida”, protagonizada por Sarah Shahi (“Black Adam”), Mike Vogel y Adam Demos. La historia de una madre viviendo en un suburbio estadounidense que al recordar la vida sexual que tuvo con su ex pareja, hace que se replantee su matrimonio. La obsesión de la protagonista por el tamaño de su mejor amante es expuesta de manera gráfica en una escena de ducha que se volvió viral: 67 millones de hogares vieron el episodio en cuestión. Basada en la novela “44 Chapters About 4 Men” de B.B. Easton, tuvo su segunda temporada en 2023, pero no fue renovada.
Mucho antes, HBO fue pionero en el género y con vuelta de tuerca. En 2011 estrenó “Hung”, la historia de Ray, un entrenador de baloncesto (Thomas Jane) al que no le alcanza el dinero. Y en medio de su fracaso, termina por dedicarse a la prostitución: alentado por una amiga que conoce las dimensiones de su pene, se convierte en acompañante, en tiempos previos al Tinder.
Sobre los dramas de la prostitución HBO también ofrece “The Deuce” (2017-2019), la serie de David Simon ambientada en el sórdido Nueva York de los setenta, con Maggie Gyllenhaal como protagonista. Pero también está “Minx”, con Ophelia Lovibond dando vida a Joyce, editora de la primera revista porno femenina: la contra-cosificación en clave de comedia.
Una línea argumental que en el cine tuvo su puntapié con “Magic Mike” en 2012: Channing Tatum como un obrero que ve la posibilidad de hacer mejor dinero como bailarin erótico, en una contra versión de “Flashdance”. De hecho, las tres películas de la saga son una copia fiel pero a la inversa de otras películas famosas de los ochenta y noventa: el cierre de la trilogía. «Last Dance», es un “Mujer Bonita” con Tatum en el rol de Julia Roberts, y Salma Hayek en el de Richard Gere, como la millonaria que lo rescata para llevarlo a protagonizar una monumental obra en Europa.
La película original de Steven Sorderbergh (quien tiene parte de su filmografía dedicada a la prostitución) fue todo un éxito: recaudó 167 millones de dólares cuando su presupuesto habían sido de tan solo 7 millones La segunda cinta de la saga no contó con el realizador de Atlanta tras las cámaras, dobló su presupuesto y bajo su recaudación hasta los 102 millones. Y la tercera, cuando el romance el ganó a las escenas hot, apenas sobrepasó los 65 millones. En un ciclo de todos modos altamente lucrativo.
por R.N.
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