Se armó una batalla resonante en las entrañas de Gran Hermano. Con la oscuridad, y silencio, de la noche se produjo un episodio de alta tensión que se viralizó rápidamente en las redes sociales por el tenor de la discusión y las protagonistas: Virginia y Rosina.
La más longeva del reality, que ingresó en reemplazo del abandono voluntario de Carla hace dos meses, se hartó de la energía desbordante de la uruguaya. Tras más de dos horas de la medianoche, un pequeño grupo se quedó en la cocina cantando a alto volumen.
Ahí, Beltrán jugaba con Damián a armar rimas de rap y no controló su tono, además de aplausos, risotadas y demás comportamientos ruidosos, mientras Manzana preparaba unos panqueques. Cansada del bullicio, y de la imposibilidad de conciliar el sueño, Virginia la increpó.
Desde el interior de su habitación, Demo le gritó con todas sus fuerzas: “Podés cagart* un poquito menos en los pelotu*** que estamos tratando de dormir”. Un alarido que descolocó a Rosina, que inmediatamente detuvo sus movimientos y su canto.
Movilizada, algo consternada, la uruguaya le habló a Damián de la exigencia de Virginia. “No nos podemos divertir”, refunfuñó. Al mismo tiempo que remarcó que su compañera debería haber utilizado otro lenguaje, otra forma de pedirles que se calmen.
Por su parte, Damián medió entre las partes y reconoció que ejecutaron un momento que pudo incomodar a Demo. En tanto que luego de unos minutos, Beltrán se acercó a la cama para procurar una reconciliación y le dijo: “Te trajimos panqueques”. Lejos de aflojar, Virginia le respondió: “No, está bien. Gracias”.