A una semana del crimen de la mujer que fue asesinada por sicarios en la feria conocida como “La Saladita” de Rosario, la Justicia imputó al conductor del auto en el que se movían los asesinos. Se trató de una muerte por encargo, pero creen que el objetivo era otra persona.
El asesinato ocurrió cerca de las 16 horas del sábado 7 de septiembre en la feria que funciona en la plaza Homero Manzi, ubicada entre las calles Salva, Rui Barboza, avenida Bermúdez y Laínez, en la zona sur de la ciudad. La víctima fue identificada como Rosa Romero, de 67 años, una mujer que gestionaba un puesto en la feria, que funciona los días sábados, domingos y feriados.
Sus asesinos descendieron de un vehículo Volkswagen Golf color rojo, en las inmediaciones de Salva y Laínez, con un arma en la mano y un objetivo claro: la mujer. Sin embargo, la principal hipótesis de los investigadores es que querían matar a otra persona, según confirmaron al medio local Rosario3 tras recolectar varios testimonios.
Luego de una persecución, la Policía detuvo el martes por la madrugada a un joven de 18 años. Se trata de Ramiro P., quien se movilizaba a bordo del mismo vehículo utilizado para el asesinato, por lo que el personal del Comando Radioeléctrico comenzó a seguirlo a la altura de la calle Presidente Perón al 7300. El operativo terminó en el barrio de Pérez.
De esta manera, el fiscal Ademar Bianchini lo imputó por haber participado en el homicidio de Romero, puesto que se cree que fue quien trasladó a los dos sicarios hasta el lugar, sabiendo que tenían previsto cometer un delito. Ahora, el cargo que recae sobre él es homicidio agravado por el uso de arma de fuego en carácter de partícipe primario. En este contexto, el juez de primera instancia Héctor Núñez Cartelle dictó una prisión preventiva efectiva contra el joven.
Tras el crimen, los feriantes de “La Saladita” manifestaron su preocupación por la falta de seguridad y exigieron a las autoridades una custodia policial para poder trabajar durante este fin de semana largo.
En un diálogo con Radio2, Ricardo Gaitán, uno de los miembros de la comisión organizadora de la feria mencionó que todos están “muy consternados por la ejecución de la mujer”. En ese sentido, explicó que “nunca” recibieron alguna amenaza en la feria, por lo que planteó que podría tratarse de “alguna rencilla traída de otro lado”.
Con respecto a la mujer, Gaitán comentó que los puesteros la consideraban como “una buena vecina y feriante”.
El hombre indicó además que la semana posterior al asesinato los representantes de “La Saladita” se reunieron en Tribunales para solicitar mayor seguridad en la plaza Homero Manzi. “Hay un pedido de custodia, necesitamos trabajar”, señaló al respecto.
Fuente Infobae