viernes, 26 julio, 2024
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Golpe de realidad: Atlético Tucumán, el fútbol que falta y el fuego perdido

«Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe«, reza un viejo refrán, más vigente que nunca por 25 de Mayo y Chile. Atlético Tucumán venía coqueteando con una noche negra desde que perdió su invicto ante River y reventó la burbuja de puntos que -nobleza obliga- hoy le permiten al Pueblo Decano transitar esta noche negra con la calma de saber que los fantasmas del descenso hoy espantan por otros pagos. 

Esta noche para el olvido fue un golpe de realidad que obliga a un timonazo urgente si El Deca quiere seguir peleando por sus nuevos objetivos. Atlético estaba ante la envidiable chance de poder meterse en puestos de clasificación en una tabla y zona de Sudamericana en la otra, ante un rival en puestos de descenso directo, que venía de caer ante dos rivales directos en las últimas cuatro fechas.

Si hasta metiste puñito por la derrota de Colón, te empezó a picar la garganta de la sed de ver la tabla y sentir que hoy te ibas a dormir tercero y a tres puntos de la punta, soñando con una noche de copas una noche loca, de esas que se extrañan, esas donde brilla como nunca y se luce como siempre el José Fierro. Pero esta noche la realidad marca otra cosa, y te vas a dormir caliente, puteando.

Recién es lunes y esta semana, aunque sea corta, ya es una mierda. Porque Atlético salió dormido y en 18′ se comió/regaló tres goles (los mismos que tenía en las siete fechas pasadas) de esos que este equipo no regalaba nunca, si su defensa era su principal pilar. Esta noche, los guantes de Marchiori no alcanzaron para resolver las cagadas inéditas de una defensa que no ofreció las garantías que significaron puntos en tantas fechas pasadas.

Breve repaso de 18′ que no querés repasar ni revivir nunca más: 

1-0: de la fuente la perdió por derecha, vino un lateral al área y Florentín ganó entre Castro Ponce y Bianchi y García le ganó a Orihuela, que habilitaba a todos.

2-0: Mal pase de Bianchi para El Bebe Acosta, gran desatención en un tiro libre a favor del Deca en mitad de cancha. Castro encaró ante la defensa abierta y la puso en el ángulo.

3-0: Falta innecesaria. Tiro libre desde la derecha y Florentín le ganó de arriba muy fácil a Nicolás Romero y dejó sin chances a Marchiori.

Ya venía jugando mal El Deca, aunque les cueste admitirlo a Orsi-Gómez. Es verdad que desde que llegaron sacaron una cantidad de puntos tremenda, y que por eso hoy El Pueblo Decano respira tranquilo. También es verdad que en el nuevo torneo -con más tiempo de trabajo, refuerzos elegidos y mejor plantel- Atlético mermó mucho su rendimiento. Con el invicto en Nuñez se apagó el fuego de la racha sumando y sumando, del arco en cero de Marchiori y sus manos milagrosas, de la Dupla que llegó y cambió todo.

Los puntos que ostenta El Deca se los debe a las genialidades de Coronel en La Paternal, la bomba de Carrera contra Barracas, la zurda de Joaquín Pereyra ante Arsenal. Detrás de ese velo se esconden tres 0-0 con gusto a poco, algunos momentos de posesión y toques y poca profundidad: los 9 de área van rotando por motivos varios, y Marcelo Estigarribia, Ignacio Maestro Puch, El Polaco Menéndez, Axel Rodríguez en sus pocos minutos ni Ramiro Ruiz Rodríguez esta noche, siguen sin haber gozado de una chance nítida de gol para poder dilapidarla.

La genialidad de un apagado Ramiro Carrera para asistir a un insistente Mateo Coronel -casi el único que se salvó esta noche- fueron un oasis, un espejo de agua en el desierto del poco fútbol y la sequía futbolera. El golazo del 37, el más picante del Deca, no alcanzó para despertar una reacción que invite a soñar con un empate milagroso que Atlético ni siquiera llegó a buscar con insistencia, con vergüenza deportiva, con Fe Decana

Atlético coqueteó con la derrota ante Arsenal y Central Córdoba en el José Fierro, y esta noche fuera de casa se quemó. Ahora hay que esperar una semana para buscar recuperar puntos en cancha de Banfield y otra semana más para intentar recuperar la sonrisa en casa. 

La Dupla tendrá la obligación de meter ahora un timonazo necesario para recuperar la solidez defensiva y la ambición ofensiva. Volver a la línea de 3/5 para no sufrir en defensa con los laterales al descubierto podría ser una alternativa. Pero más que el esquema, El Deca debe recuperar el fuego sagrado si La Dupla quiere soñar en grande en 25 de Mayo y Chile. 

El Pueblo Decano quiere volver a vivir grandes noches de copas, de fútbol y toque y toque y toque; pero antes de eso quiere y necesita un equipo que vaya al frente y venda cara las derrotas, con la sangre (Celeste y Blanca) en el ojo y sed de revancha ante cada golpe. Tomemo somo Atlético para que este golpe de realidad pase rápido y que El Deca pueda dar el golpe sobre la mesa en las seis fechas que quedan y pelear en serio esta Copa y más.

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